Un proyecto de:

Soy Alfredo

ADIARATOU IGLESIAS

ATLETISMO

La sociedad no debe temer
a lo diferente

Adiaratou Iglesias nació con albinismo, condición genética que le hace tener solo un 10% de visión. Llegó a España desde su Mali natal y se ha convertido en una referencia del atletismo paralímpico sin distinguir la línea de meta en las carreras. Su palmarés luce un oro y una plata olímpica

‘Adi’ es la quinta invitada de #SoyAlfredo, iniciativa de Iberdrola con figuras del deporte español. Me cita en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, lugar en el que ya descubrimos la historia de Desirée Vila. Su carácter jovial y extrovertido me anima a realizar con ella una salida de atletismo tras demostrarme que la discapacidad es mejor tomársela con humor, aunque detrás haya una complicada historia de vida.

«Lina Iglesias fue la persona que,
entre comillas, me rescató del centro
de menores y apostó por mí»

Afincada en Madrid, el camino de Adi empezó en Mali. Descendiente de una familia musulmana, su condición albina hizo que no lo tuviera fácil en el país africano. Hasta los 11 años, sus padres decidieron que no saliera de su barrio por el peligro que podía correr. “Sé que ocurrían cosas porque la gente me contaba historias, pero nunca las vi en primera persona”, cuenta.

Esta condición genética le hacía diferente y su familia decidió enviarla a España con su hermanastro. La relación, como ella misma reconoce, no salió bien y acabó en un centro de menores. Es allí donde su vida empieza a cambiar, gracias a Lina Iglesias.

Ella fue la persona que, entre comillas, me rescató del centro de menores y apostó por mí”, narra Adi, que cuando se conocieron tenía ya 14 años. Entrenadora de atletismo, Lina vio desde el comienzo el talento de su hija adoptiva para este deporte. “Me dijo que había que hacer lo posible para que pudiese cumplir mis sueños, siempre me ayudó para seguir adelante y para luchar por ellos”, rememora una joven que descubrió esta disciplina deportiva gracias a un anuncio de televisión a los 7 años.

A las blancas trenzas de su pelo, siempre le acompañan unas gafas. El albinismo afecta a su visión y gracias a ellas mejora su calidad de vida. De ver un 10% a alcanzar un 20%, según explica. Esta carencia le impide saber si ha rebasado la línea de meta en las carreras, una misión casi imposible, pero ha encontrado sus propios trucos. “O alguien me grita y me dice, ¡¡Adi, ya está!! o hay una referencia grande que puedo ver y me permite comprobar que he llegado”, explica.

Gloria en Tokio
y lo que queda

Esta estrategia le ha hecho destacar tanto en el deporte paralímpico como corriendo con atletas sin discapacidad. “El hecho de competir con otras personas que son mejores que yo, que no tienen ninguna limitación en ese sentido, ninguna discapacidad; me ayuda mucho porque quiero superarme, a pesar de que tienen muchas posibilidades de ganarme”, afirma quien en 2019 se convirtió en doble campeona absoluta de Galicia en 100 y 200 metros.

Un año después, logró dos bronces en el Campeonato de España sub-23 y llegó 2021, año en el que se confirmó como una de las figuras con mejor presente y futuro del deporte paralímpico español. Tokio fue su debut en los Juegos Paralímpicos y se subió a lo más alto del podio en los 100 metros lisos, su primera carrera en la capital japonesa. “Sabía que tenía opciones de coger medalla. Luego tenía que ir allí a pasar todas las rondas”, afirma. “Porque que estés primera en el ranking muchas veces no significa nada. Iba con esa mentalidad de lucharla y de conseguir el oro porque me veía capaz, ya que había entrenado mucho”, recuerda.

Tanto el oro en los 100 metros como la posterior plata en los 400 metros las logró Adi tras un periodo anómalo de preparación por la pandemia del coronavirus, en el que se cerraron los centros deportivos. La atleta pidió permiso a sus vecinos y pudo ejercitarse en una parte del garaje. Estaba en Lugo, ciudad que considera su hogar y a donde vuelve siempre que puede. “Allí vive mi madre y es donde realmente me siento como en casa. Además, es donde empecé con el atletismo”, explica sobre el lugar en el que guarda sus preseas.

En todos estos éxitos tienen un papel importante las empresas que le ayudan. “El apoyo de patrocinadores como Iberdrola, que apuestan por el deporte femenino, es muy importante y necesario”, sostiene. “Hace que todo sea mucho mejor”, continua.

Ante la situación sanitaria actual, ve con incertidumbre los Juegos Paralímpicos de París en 2024, aunque, pensando en las ceremonias de apertura y clausura, reconoce que le encantaría ser abanderada del equipo paralímpico español. “Llegar a serlo son palabras mayores. Significa que has hecho historia”, sentencia la reciente ganadora del premio Top Women in Sports en la categoría de deportista paralímpica o de un Premio Nacional del Deporte.

«El apoyo de patrocinadores como Iberdrola, que apuestan por el deporte femenino, hace que todo sea mucho mejor»

Hay vida más allá
del deporte

A pesar de los reconocimientos y de su excepcional presente y futuro dentro del atletismo, es consciente de que su carrera deportiva tiene fecha de caducidad y está estudiando Fisioterapia. “Es difícil compatibilizar los entrenamientos con los estudios, pero soy de las personas que piensa “Quiero correr y también tener una profesión para el futuro”, explica. “Obviamente teniendo en cuenta que ahora mismo mi prioridad es el atletismo”, asevera convencida.

La vida le ha enseñado a reírse de su discapacidad, pero, aunque no se acaba de creer que sea un ejemplo de superación, se pone seria a la hora de dejar un mensaje a la sociedad: “Me gustaría pedirles a todos que no teman a lo diferente. Deben apostar por nosotros porque somos personas”, concluye.

Alayans Studio para IBERDROLAIdea creativa: Fedra Valderrey | Entrevistas y reportajes: Alfredo Quintana |
Producción: Bea Langreo | Audiovisual: Pablo Ballesteros| Diseño web: Sol García |