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Siete asombrosas cascadas en la Sierra Norte de Madrid

Los entornos naturales privilegiados donde se ubican, sus agradables vistas y la tranquilidad reinante en cada salto de agua convierten a estos lugares en destinos ideales para desconectar en familia

Bellos espacios naturales que cautivarían a cualquier tipo de visitante están más cerca de lo que podamos imaginar en primera instancia. Sin ir más lejos, respirar aire puro y gozar de vistas espectaculares en familia y amigos es posible en la Sierra Norte de Madrid. Este enclave, además de ser el destino con mayor diversidad natural de la Comunidad de Madrid, posibilita descubrir pueblos con rincones mágicos, una gastronomía deliciosa, una rica cultura y una apasionante historia.

La Sierra Norte de Madrid es el territorio más natural y protegido de la Comunidad de Madrid. Entre sus grandes reclamos destaca el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón o el Alto Lozoya. Esta Comarca contiene gran variedad de ecosistemas con masas de pino silvestre, ecosistemas acuáticos, el nacimiento de los ríos más importantes de la Comunidad y picos por encima de los 2.000 metros.

Entre muchas de las joyas por descubrir que puedes encontrar en todos los lugares que conforman la Sierra Norte de Madrid están las extraordinarias cascadas repartidas por todo su terreno, como la chorrera de los Litueros, la cascada del Purgatorio o la chorrera de San Mamés, entre muchas otras. Sin dudas, un amplio abanico de opciones turísticas que posibilita aventuras de todo tipo en un entorno natural de excepción.

LA CHORRERA DE LOS LITUEROS

En la localidad de Somosierra se halla este salto de agua tan espectacular. El agua que recorre este emplazamiento proviene del arroyo del Caño, que nace en las laderas del pico Tres Provincias o Cebollera Vieja. Esta cascada, comúnmente llamada Peña del Chorro, es la más alta de toda la Comunidad de Madrid.

El curso del arroyo se encajona entre las Peñas del Chorro, originando una serie de saltos de agua y una asombrosa cola de caballo. Su salto de agua llega a superar los 40 metros de altura, lo que provoca que sus aguas sean de las más caudalosas de la región. Tanto este arroyo como las aguas del arroyo de las Pedrizas forman parte del nacimiento del río Duratón. Para visitarla, hay que bajar aproximadamente un kilómetro desde Somosierra por la antigua N-I dirección Norte y tomar el camino que sale a nuestra derecha.

 

La chorrera de los Litueros es la más alta de la Comunidad de Madrid. MADRURAL

CASCADA DE MOJONAVALLE

Ubicada en el puerto de Canencia y envuelta un entorno natural privilegiado, su visita resulta indispensable si acudes a la Sierra Norte de Madrid. El estruendo de la caída de sus aguas se puede disfrutar entre el verdor de los tejos, los acebos y los pinos que forman el bosque relicto denominado el abedular de Canencia.

Entre la blancura de los troncos de los abedules que conforman el paisaje donde esta cascada está ubicada, la chorrera de Mojonavalle cuenta con una caída de unos 30 metros. Sus aguas se deben al arroyo del Sestil del Maillo, que nace un poco más arriba, en la ladera del pico Perdiguera. Es indispensable apreciar esta cascada en invierno, puesto que parte de sus aguas cubren las rocas en forma de hielo. Para acceder a esta chorrera solo tienes que seguir la senda ecológica que parte en los alrededores del puerto de Canencia.

 

CASCADA ROVELLANOS O MATALLANA

También situada en el municipio de Canencia, se trata de una de las cascadas más desconocidas de toda la Sierra Norte de Madrid. La chorrera de Rovellanos  se encuentra exactamente ubicada en la umbría de la Cabeza de la Braña y dispone de una caída de aproximadamente 10 metros.

Sus aguas se forman a partir del arroyo del Hortigal y caen en la presa del Batán que, a su paso por el arroyo de Matallana, se une al río Canencia. Al igual que la Cascada Mojonavalle, es altamente recomendable visitar este lugar en los días más fríos, ya que el hielo adorna de formas increíbles esta cascada tan infravalorada.

La visita a la cascada de Rovellanos siempre es agradable al no estar masificado. MADRURAL

CASCADA DEL CANCHO

Este emplazamiento, sensacional en primavera por el intenso verdor de su entorno, se encuentra muy accesible desde la cercana población de Navalafuente. De hecho, para llegar a ella se recomienda seguir el curso del arroyo Gargüera, desviándose a la derecha y subiendo hasta llegar a la zona de los saltos de agua y a la cascada.

La cascada del Cancho es considerada una de las pequeñas maravillas de la Sierra Norte de Madrid, habiéndose ganado una gran reputación entre sus visitantes pese a no ser un sitio en el que se concentran grandes aglomeraciones. Además, una vez llegas a la cascada, también puedes disfrutar de las sensacionales vistas a la localidad de Navalafuente.

 

CASCADA DEL PURGATORIO

Se trata de, probablemente, los saltos de agua más conocidos y visitados de toda la Sierra Norte de Madrid. Situado en Rascafría y muy cercano al Monasterio del Paular, la mística de este sitio ha hecho que esta cascada gane en popularidad. Su grandioso salto de agua forma el arroyo del Aguilón debido al estrechamiento de los farallones que lo encauzan.

Rodeada de impresionantes paredes rocosas, el entorno de la cascada del Purgatorio ofrece atractivos de carácter patrimonial como el mencionado Monasterio del Paular. Además, sus alrededores también disponen de reclamos naturales como el arboreto Giner de los Ríos. Ideal para visitar en familia y adecuada en cualquier estación del año, para acceder a ella hay que caminar durante dos horas a ritmo pausado a través de un camino señalizado.

 

Rascafría goza de grandes atractivos como el Monasterio del Paular y la cascada del Purgatorio. MADRURAL

CASCADA DEL CANCHO LITERO

Oculto en el noroeste de la localidad de Villavieja, es quizás el menos conocido junto a la cascada Rovellanos. Visitar el salto de agua de Cancho Litero nos ofrece la oportunidad de recorrer una agradable ruta por su entorno y de disfrutar de su belleza en un ambiente de inaudita tranquilidad.

El agua, proveniente del arroyo homónimo, corre por la ladera de los Montes Carpetanos y conforma una cascada de unos 10 metros de caída, cuyas aguas se derraman sobre una amplia poza. El acceso a ella no es fácil, puesto que no está señalizado. Desde el municipio de Villavieja del Lozoya, tendremos que tomar la Cañada del Molino y, a la altura del arroyo del Tajo, desviarnos por un sendero marcado únicamente por hitos de piedra.

 

LA CHORRERA DE SAN MAMÉS

Otro de los saltos de agua más populares de la Sierra Norte de Madrid es la chorrera de San Mamés, que incluso se puede percibir desde la autovía N-I. Este fantástico salto de agua forma parte del arroyo del Chorro, un afluente del río Lozoya. Para visitarlo se recomienda recorrer un camino señalizado tanto desde San Mamés como desde Navarredonda. También se puede realizar una ruta circular que incluye la propia chorrera y las dos poblaciones mencionadas.

La chorrera de San Mamés posa sus aguas por un resalte rocoso de unos 30 metros y se encuentra a una altitud de 1.470 metros sobre el nivel del mar. Sus aguas están presentes durante todo el año, pero es a finales de primavera cuando se produce el deshielo. Esto provoca que su caudal baje con mayor fuerza, ocasionando una caída libre ensordecedora en la zona rocosa que soporta su inclinación.

La calma que se respira en estas chorreras, los bellos paisajes de los alrededores, las encantadoras poblaciones aledañas y la posibilidad de respirar aire limpio son solo algunas de las razones que hacen de las cascadas de la Sierra Norte de Madrid un plan idóneo para desconectar y visitar en familia.

 

El deshielo en la chorrera de San Mamés ocasiona una frenética caída libre. MADRURAL

Alayans Studio para Turismo Comunidad de Madrid | Texto: Manu Carrero |

 Fotos: Cedidas por la Comunidad de Madrid y Archivo | Diseño web:  Sol García