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¿Sabes qué es el turismo ornitológico? La actividad para toda la familia que se practica en Madrid

Buitre negro

La Comunidad de Madrid cuenta con interesantes excursiones a la naturaleza en busca de algunas de sus aves más apreciadas, como el águila imperial y el pechiazul. Recorremos los mejores puntos para mirar al cielo y seguir descubriendo la riqueza natural de la región.

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Perderse en la naturaleza, escuchar el canto de los pájaros con los ojos cerrados y aislarse del mundo por unos instantes. Son numerosos los rincones mágicos donde poder experimentar esta sensación en la región de Madrid, una región verdaderamente rica en distintas especies de aves, perfecta para descubrir el turismo ornitológico y seguir aprendiendo sobre estos animales.

La biodiversidad de la zona, sus contrastes paisajísticos y su amplia oferta de espacios naturales crean las condiciones idóneas para los amantes de la ornitología. Con casi el 40% de su superficie protegida, en la Comunidad de Madrid residen cerca de 240 especies de aves (de las casi 400 que hay en España), con especies como el águila imperial o el buitre negro. Como respuesta, la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad ha puesto en marcha Madrid Birdwatching: una iniciativa que potencia la riqueza ornitológica de la región a través del acercamiento y la sensibilización de la población sobre la avifauna y el territorio donde habita.

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Birdwatching’: una actividad para todos los públicos 

Cigüeña negra, ARCHIVO

Birdwatching

Cada vez son más los aficionados a la observación de aves, una práctica más conocida como birdwatching, la cual consiste en el avistamiento y reconocimiento de especies en su entorno natural mientras se disfruta de sus cantos. Practicar este hobbie es tan sencillo, que muchas familias se apuntan este verano a adentrarse en la naturaleza y aprender a través del medio, pero, ¿qué se necesita para realizarlo? 

Cada vez son más los aficionados a la observación de aves, una práctica más conocida como birdwatching, la cual consiste en el avistamiento y reconocimiento de especies en su entorno natural mientras se disfruta de sus cantos. Practicar este hobbie es tan sencillo, que muchas familias se apuntan este verano a adentrarse en la naturaleza y aprender a través del medio, pero, ¿qué se necesita para realizarlo?

El birdwatching se realiza en espacios abiertos, por lo que lo primero que hay que tener en cuenta es que no todas las aves se encontrarán tan cerca como para avistarlas a primera vista, así que siempre es recomendable llevar unos prismáticos. La actividad puede extenderse horas, así que un calzado cómodo y cerrado, protección solar (sobre todo en época estival), agua, comida y repelente para insectos son imprescindibles. Y, para anotar todos los avistamientos y saber en qué zonas podemos encontrar el mayor número de especies, no pueden faltar una guía de campo o mapa de la zona, lápiz y papel.

Una vez reunido todo el equipo, podremos adentrarnos en los hábitats de las aves, siempre con una actitud de respeto al entorno y a los animales. Lo mejor es reducir cualquier tipo de ruido, ya que este podría ahuyentar a las aves, y no tocar ni alterar los nidos que pueda haber por el camino.

Las aves madrileñas, en 28 rutas 

Abubilla, ARCHIVO

Las aves madrileñas

La Red de Vías Pecuarias ha reunido las zonas más atractivas para los amantes del birdwatching en la Comunidad de Madrid en 28 Rutas Ornitológicas. Estos caminos recorren los diferentes ecosistemas de la región, pasado por montañas, estepas, pinares, bosques caducifolios, humedales… entornos que se distribuyen alrededor de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs), con la supervisión científica de SEO-BIRDLIFE. 

La Red de Vías Pecuarias ha reunido las zonas más atractivas para los amantes del birdwatching en la Comunidad de Madrid en 28 Rutas Ornitológicas. Estos caminos recorren los diferentes ecosistemas de la región, pasado por montañas, estepas, pinares, bosques caducifolios, humedales… entornos que se distribuyen alrededor de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs), con la supervisión científica de SEO-BIRDLIFE.

Con la descarga de la app Ornivías la experiencia se incrementa, con recomendaciones de recorridos y la identificación de aves mediante imágenes. Así, encontramos las estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, abarcando la zona que va de la Sierra Norte hasta el Río Tajo, con poblaciones de avutarda, sisón, cernícalo pinilla y aguiluchos cenizo y pálido.

Por su lado, la ZEPA Cortados y Cantiles de los ríos Manzanares y Jarama, integrada en el Parque Regional del Sureste, destaca por sus zonas endémicas mediterráneas de gran valor ecológico. Aquí se pueden avistar poblaciones de halcón peregrino, milano negro (única en su género por criar en cortados), cernícalo primilla, avutarda y búho real.

Con una oferta tan amplia, la Comunidad de Madrid ha editado un conjunto de guías para quienes deseen practicar el turismo ornitológico con todas las facilidades, a las que se puede acceder a través de este enlace (https://madridbirdwatching.es/).

El águila imperial ibérica: la reina del Bosque Mediterráneo 

Águila imperial ibérica, ARCHIVO

Águila imperial ibérica

A pesar de que el águila imperial ibérica es una de las aves rapaces más amenazadas del planeta, en la comunidad madrileña se pueden encontrar parejas de esta especie nidificando a escasos kilómetros de la capital, con especial incidencia en el bosque Mediterráneo.  

A pesar de que el águila imperial ibérica es una de las aves rapaces más amenazadas del planeta, en la Comunidad madrileña se pueden encontrar parejas de esta especie nidificando a escasos kilómetros de la capital, con especial incidencia en el bosque mediterráneo.

La Sierra Oeste, el Monte de El Pardo y el Soto de Viñuelas son tres lugares donde el hábitat de este bosque está presente. En concreto, el Soto de Viñuelas es un itinerario de gran valor paisajístico en el que, además del águila imperial ibérica, se pueden observar aves como la abubilla, el buitre negro y leonado, carboneros y el zarcero común, entre muchas otras. Situado dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (Alcobendas, San Sebastián de los Reyes; Área Metropolitana), el Soto se encuentra dividido en dos por el arroyo estacional de Calverón, extendiéndose 9,5km de longitud, convirtiéndolo en un excelente lugar donde practicar el birdwatching y sentir el bosque mediterráneo.

Aves y cultura en la Sierra de Guadarrama 

Pechiazul, ARCHIVO

Sierra de Guadarrama

Elevaciones de más de 2.000 metros, cumbres rocosas, laderas cubiertas por extensos bosques de pino albar y roble melojo esconden al ruiseñor pechiazul. Esta ave, escondida entre los matorrales y pastos de montaña, se hace notar en primavera, cuando los machos se enzarzan en una competición de cantos y exhibiciones que hacen de banda sonora a la Sierra de Guadarrama y a la Sierra Norte. 

Elevaciones de más de 2.000 metros, cumbres rocosas, laderas cubiertas por extensos bosques de pino albar y roble melojo esconden al ruiseñor pechiazul. Esta ave, escondida entre los matorrales y pastos de montaña, se hace notar en primavera, cuando los machos se enzarzan en una competición de cantos y exhibiciones que hacen de banda sonora a la Sierra de Guadarrama y a la Sierra Norte.

Pero no solo el pechiazul se encuentra en estas áreas de montaña de la Comunidad de Madrid. Podemos encontrar al roquero rojo, el bisbita alpino o el verderón serrano en las zonas más altas cubiertas por pastos o roquedos; mientras que si nos desplazamos a los bosques en las laderas, es muy probable que avistemos al autillo, la oropéndola, el piquituerto, el herrerillo capuchino o el mosquitero papialbo. Además de estas especies, las aves rapaces prefieren las zonas elevadas de sierra, como el buitre negro y el buitre leonado, el águila real, el águila calzada, o el milano real, entre otras.

En la Sierra de Guadarrama se erige otro camino donde ver al águila real, al buitre leonado, al cárabo común y al carbonero común, combinando cultura y naturaleza. ‘La cascada del Purgatorio’ es una ruta lineal que comienza en el histórico Puente del Perdón, con vistas al Monumento Artístico Nacional del Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de El Paular y continúa por la Vereda del Camino de Madrid. Tras adentrarnos en un bosque de pinos silvestres encontramos la cascada, situada dentro de la ZEPA Alto Lozoya. Con 7.869 hectáreas, la zona presume de tener la mayor población nidificante de buitre negro de toda la Comunidad.

¿Por qué no practicar bridwatching mientras se visita un yacimiento? La ruta de Collado Mediano a la Posada Romana transcurre por distintas vías pecuarias y por la historia de la Comunidad desde la época romana hasta el siglo XVIII. Y, por el camino, se pueden avistar: abubillas, águilas calzadas, autillos, buitres leonados, colirrojos reales, currucas mirlonas, milanos reales, mirlos comunes, petirrojos europeos, pinzones comunes o vulgares, pitos reales y torcecuellos.

Las sombras sobre la llanura 

Avutarda, ARCHIVO

La llanura

La estepa madrileña es un lugar idóneo para avistar distintas especies de aves de la comunidad, las cuales sobrevuelan el terreno y dejan su sombra como huella efímera de su recorrido por los cielos. Las campiñas de los ríos Jarama y Henares, el Curso Medio del río Guadarrama y la Alcarria madrileña albergan las mejores poblaciones de aves esteparias de Europa occidental. 

La estepa madrileña es un lugar idóneo para avistar distintas especies de aves de la Comunidad, las cuales sobrevuelan el terreno y dejan su sombra como huella efímera de su recorrido por los cielos. Las campiñas de los ríos Jarama y Henares, el Curso Medio del río Guadarrama y la Alcarria madrileña albergan las mejores poblaciones de aves esteparias de Europa occidental.

Las avutardas encuentran en estos lugares sus sitios para vivir y dan lugar a uno de los grandes espectáculos ornitológicos, con la observación de la parada nupcial de decenas de machos que se exhiben en la “rueda”. Quienes se adentren en este medio encontrarán otras especies adaptadas a un hábitat tan peculiar, como el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el sisón, la ganga ibérica y la ganga ortega, la calandria, la cogujada común y la cogujada montesina, o la terrera común.

También cabe destacar la ruta Valdetorres de Jarama y Talamanca de Jarama, por el sureste de la región, con un itinerario de 8,5km atravesados por amplias llanuras de cereales y unidas por vías pecuarias y caminos agrícolas. Y ya en la Alcarria madrileña, Los Páramos de Pozuelo del Rey, son un escenario perfecto para ver aves rapaces como el aguilucho cenizo, gracias a la escasez de vegetación.

Vuelo a orillas de la región 

Calamón, ARCHIVO

A orillas de la región

El agua en la Comunidad de Madrid es otro de los grandes atractivos para algunas especies únicas en la zona. Las lagunas artificiales surgidas a raíz del abandono de graveras han sido ocupadas por numerosos animales acuáticos y son refugios de biodiversidad. 

El agua en la Comunidad de Madrid es otro de los grandes atractivos para algunas especies únicas en la zona. Las lagunas artificiales surgidas a raíz del abandono de graveras han sido ocupadas por numerosos animales acuáticos y son refugios de biodiversidad.

El calamón luce su plumaje azul metálico entre la vegetación de estos enclaves, mientras que el pájaro moscón rodea ríos y lagunas, junto con el avetorillo, el calamón, el aguilucho lagunero, el somormujo lavanco, el zampullín cuellinegro y el carricero tordal. Anátidas como el cuchara europeo o el más escaso pato colorado, entre otras muchas, pueden observarse en los humedales de la región, siendo el porrón pardo un visitante esporádico de estos ambientes.

Siguiendo el camino marcado por el agua, alrededor del embalse de Santillana (paralelo a la M-601) el avistamiento en invierno y durante los pasos migratorios está garantizado. Es probable que encontremos ejemplares de ánade azulón, cuchara común y ánade friso. También hay presencia de otras especies como la cerceta común, el ánade rabudo, el somormujo lavanco o el zampullín común.

Pero si hablamos de espacios marcados por el discurrir de los ríos, no puede faltar la ruta por los humedales de Aranjuez, que atraviesa los cultivos de la vega del Tajo y donde se avistan el busardo ratonero, la focha común y la garza imperial, entre muchas otras especies.

La vida silvestre, también en la ciudad 

Gavilán, ARCHIVO

En la ciudad

Los parques son uno de los mayores atractivos de la región madrileña, con algunos históricos, como el de San Lorenzo de El Escorial. Además de zona de recreo y refresco en verano, son uno de los enclaves predilectos para las aves silvestres, que aprovechan su vegetación para acomodarse en estas zonas, haciendo de la ciudad su hogar. 

Los parques son uno de los mayores atractivos de la región madrileña, con algunos históricos como el de San Lorenzo de El Escorial. Además de zona de recreo y refresco en verano, son uno de los enclaves predilectos para las aves silvestres, que aprovechan su vegetación para acomodarse en estas zonas, haciendo de la ciudad su hogar.

El agateador europeo es una de las aves más comunes que conviven en la urbe, recorriendo los troncos y ramas de los árboles en busca de alimento. A su vez, las rapaces diurnas son atraídas a los parques urbanos madrileños por la alta presencia de presas como el azor, el gavilán o el cernícalo vulgar, junto a rapaces nocturnas como el mochuelo y el autillo.

En aquellos parques con lagunas en su interior, podemos encontrar diversas anátidas, el cormorán grande y otras aves acuáticas. En los parques más grandes se cuentan hasta más de 40 especies diferentes en un paseo matinal.

Ya sea sin salir de la ciudad, como adentrándonos en las sierras más elevadas de la Comunidad de Madrid, practicar bridwatching es una actividad tan satisfactoria como accesible para cualquiera que desee aprender en la naturaleza.

Más información: www.turismomadrid.es

BlueMedia Studio para Turismo Comunidad de MadridTexto: María Toro | Diseño web: Pablo Calahorra Subías