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Los pueblos de la Sierra del Rincón y su patrimonio están a tu alcance

Su arquitectura tradicional y su belleza natural, unidas a la gran cantidad de especies vegetales y animales que pueden avistarse, hacen de la Sierra del Rincón un lugar perfecto para relajarse y disfrutar en familia

Ubicada al extremo nororiental de la Sierra Norte de Madrid, su escasez poblacional y la riqueza de recursos que aún conserva la convierten en un destino idóneo para los residentes en la capital y sus visitantes. Sus entornos naturales albergan una gran cantidad de especies vegetales y animales perfectas para contemplarlas y examinarlas, invitando a dar un apacible paseo en familia.

Una vez adentrados en estas tierras, nos encontraremos con Horcajuelo de la Sierra, Prádena del Rincón y Montejo de la Sierra, ubicados a escasos kilómetros de distancia entre sí. Desde esta última localidad se puede acceder a La Hiruela por su puerto homónimo, un municipio pequeño rodeado de montañas con vistas privilegiadas que facilitan la observación de aves. Otro pueblo recomendable para su visita es Puebla de la Sierra, por su pequeño valle rodeado por las montañas de la Sierra de La Puebla y por su recorrido por el río del mismo nombre.

Además de sus vistas espectaculares y de sus recursos naturales tan atractivos, estos cinco municipios de la Sierra del Rincón siguen conservando elementos de la arquitectura tradicional de la zona. Además, la visita a estos pueblos te sorprenderá por la cantidad de planes que ofrecen estos lugares tan bellos como desconocidos de la Comunidad de Madrid.

LA RESERVA DE LA BIOSFERA

Uno de los puntos más bellos de toda la Comunidad de Madrid se encuentra aquí. Y, además, no cuenta con el reconocimiento que se merece. A menos de 100 kilómetros de la ciudad se encuentra la Reserva de la Biosfera. Su terreno queda comprendido entre los macizos de Ayllón y Somosierra, contando con un área de 15.231 hectáreas de superficie. Este sitio no solo destaca por su gran riqueza paisajística y la representatividad de sus ecosistemas mediterráneos, también resalta su modelo de conservación de la biodiversidad  y la aplicación de prácticas de desarrollo sostenible.

Llama poderosamente la atención sus abundantes formaciones boscosas de roble melojo, sus pinares de pino silvestre, sus bosques de ribera muy bien conservados y el Hayedo de Montejo de la Sierra, el único existente en la Comunidad de Madrid. Otro recurso imperdible es su arquitectura rural, reflejo de las actividades económicas que otrora reinaban en estos terrenos. Aún pueden atisbarse vestigios en forma de fuentes, molinos, fraguas, tinados, toriles, colmenares, regueras, potros de herrar o casas tradicionales.

ARQUITECTURA TRADICIONAL

Dehesas de robles centenarios, bosques de abedul con acebos y tejos conforman la vegetación de esta población tan bien conservada de la Sierra Norte. Su trama urbana de gran sencillez está formada por viviendas de piedra agrupadas en manzanas compactas que se abren paso a las pequeñas calles y a las huertas, prados y sembrados.

Envueltos entre prados y huertas tradicionales con abundantes frutales, del patrimonio de La Hiruela podemos destacar su museo etnológico y su molino harinero, que nos retrotrae a la vida tradicional que se llevaba a cabo en este peculiar y coqueto pueblo. Se cree que su primer asentamiento se produjo después de la Reconquista. Al estar tan lejos del resto de poblaciones, tuvo bastante autonomía y tuvo fuero de Villazgo, adquiriendo derecho a rollo o picota. Asimismo, su cañada obtuvo rango del Real debido a su importancia ganadera.

 

La Hiruela conserva la arquitectura tradicional de la zona. MADRURAL

MAGIA Y TRADICIÓN

Al igual que el resto de localidades de la Sierra del Rincón, Montejo de la Sierra es reconocida por sus valores naturales y culturales y por reunir un número considerable de recursos turísticos. Este pueblo es un claro ejemplo de la cultura tradicional serrana, que ha sabido mantener en buen estado de conservación su arquitectura y sus espacios naturales. Además, dentro de sus límites se encuentra el Hayedo de Montejo de la Sierra, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2007 gracias a la presencia de hayas y robles longevos.

Cuenta la leyenda que en el Hayedo de Montejo de la Sierra habitaban varios duendes y hadas que atraían a visitantes para convertirlos en animales y así embellecer el bosque, antiguamente llamado El Chaparral. En el año 1460, el pueblo compró este bosque a un noble de Sepúlveda. Al inicio, hubo discusión acerca de a quién le pertenecía este territorio. No obstante, relatan que el Emperador Carlos I de España y V de Alemania defendió que el monte pertenecía a Montejo.

Uno de los tantos rincones mágicos de Hayedo de Montejo. MADRURAL

UNA IGLESIA ICÓNICA

Si pasas por Prádena del Rincón, no puedes dejar escapar la ocasión de contemplar la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos. Al parecer, su primera construcción debió coincidir con los primeros tiempos del periodo de repoblación. El núcleo del poblado se asienta en una colina de suave pendiente hacia el cauce del arroyo de la Garita. Sus viviendas, de carácter rural, se combinan con construcciones agropecuarias, lo que origina unas vistas con grandes espacios en el interior de las manzanas.

Se desconoce la fecha exacta del origen de este pueblo, pero su primera mención quedó registrada en el Fuero de Sepúlveda del año 1076. Alfonso VI autorizó su repoblación años más tarde y le otorgó un escudo de armas con un toro, una encina y la frase “Ad alenda Pecora (en español, “para el sustento del ganado”). El principal curso fluvial que encontramos es el del río de la Nava, formado por las aportaciones de los diferentes arroyos de la Sierra.

 

NÚCLEO DE INTERÉS RURAL

Situado en las estribaciones meridionales del macizo Ayllón y repleto de pinares, robledales y matorrales, encontramos Horcajuelo de la Sierra. Conforme nos vamos acercando a él, vamos atisbando prados y antiguos cultivos en bancales, señal de que ya estamos en sus proximidades. Este pueblo se asienta en el borde apuntado de un cerro a cuyas faldas discurren dos de los arroyos. El pueblo ha conservado toda su calidad ambiental y las características arquitectónicas tradicionales.

Tanto es así, que en 1980 fue declarado núcleo de interés rural y las nuevas edificaciones han respetado los materiales y las tipologías autóctonas, algo que ha atraído a los turistas por su singularidad. Horcajuelo de la Sierra se asentó después de la Reconquista, pero siguió sufriendo incursiones moriscas posteriormente. Su principal motor económico por aquel entonces era la ganadería. La producción de lana hizo que se creara el Honrado Concejo de la Mesta de Pastores, durante el reinado de Alfonso X. Esta institución regulaba los derechos de paso y pastoreo, además de conceder a sus benefactores de ciertos privilegios como testificar en juicios o eximirse del servicio militar.

Horcajuelo de la Sierra es un gran ejemplo de conservación histórica y medioambiental. MADRURAL

FAUNA SIN PAR

Encajonado a orillas del río Puebla, esta localización está dominada por masas boscosas con grandes extensiones de pinares y amplias zonas de robledales autóctonos. Además, el monte bajo se compone de jarales, espliegos, brezos, carrascas y rebollos. La riqueza zoológica también es considerable, contando con corzos, jabalíes, zorros, palomas, perdices rojas y otras especies de alto valor cinegético. No en vano, este término al completo está integrado en la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz.

Este lugar se llamó Puebla de la Mujer Muerta hasta los años cuarenta, momento en el que se cambió por Puebla de la Sierra. Este nombre hacía referencia a los cerros a cuyo pie se asienta la villa, puesto que la silueta recuerda a la de una mujer yacente. Sus orígenes se remontan al siglo XII cuando, por motivos defensivos, se construyeron varios asentamientos en la zona de Buitrago. Tras la Reconquista, se repobló erigiendo en ella edificios de piedra oscura rematados con detalles de madera, de los cuales siguen permaneciendo algunos.

Alayans Studio para Turismo Comunidad de Madrid | Texto: Manu Carrero |

 Fotos: Cedidas por la Comunidad de Madrid | Diseño web:  Sol García