No sé entender lo que me dice el rugido del motor... ¿está averiado?

No hace falta saber de mecánica para reconocer un ruido poco habitual durante la conducción. Silbidos, traqueteos, chirridos o rugidos explosivos son algunos de los más frecuentes y, a pesar de crear una alarma inicial, solo son avisos de que algo en el coche puede estar fallando. Para salvaguardar la seguridad de todos los pasajeros, lo mejor es acudir cuanto antes al taller más cercano, aunque nunca viene mal saber entender lo que el motor de nuestro coche nos está diciendo.

El sonido que más llama la atención de los usuarios (y les advierte de la posibilidad de tener una de las averías más frecuentes) es el ruido ahogado y lento del motor al encenderse. Suele ser síntoma de que la batería se está agotando, ya sea porque nos hemos dejado alguna luz encendida o porque es muy vieja y necesita una actualización. Si a pesar de haber cambiado este elemento, el ruido persiste, lo más conveniente es acercarse a un taller de confianza para que revisen el motor, ya que podría existir un daño mayor que ponga en peligro a los pasajeros.

Cuando el coche emite ruidos parecidos al clic de un ratón en los primeros metros de conducción, lo más probable es que exista una falta de aceite, por lo que conviene revisarlo. En caso de que los niveles estén bien y los sonidos persistan, es posible que los taqués hidráulicos estén en mal estado y haya que acudir al taller más cercano. Por el contrario, si lo que suena es un bramido, los problemas no proceden del motor, sino del tubo de escape, teniendo que limpiarlo a fondo para evitar cualquier posible obstrucción.

El ralentí irregular también suele ser síntoma de que algo va mal, como los filtros del aire y del gasóleo. ¿La solución? Cambiarlos o limpiarlos bien para asegurarse de que no hay elementos que obstruyan el paso de fluidos. Eso sí, si al acelerar el motor chirría, puede deberse a la polea de transmisión de un accesorio como la bomba de agua se ha desalineado.