Hace ya 30 años, la familia Simpson se mudó al vecindario televisivo. Allí viven, al lado de cualquiera que haya puesto la televisión al menos una vez en el último cuarto de siglo. Llevan tanto tiempo entre nosotros que es difícil imaginarse un día sin ellos en antena. Sus personajes, sus frases, sus chistes y decenas de sus episodios se consideran iconos de la cultura popular.

En pleno siglo XXI, con 28 temporadas y 615 capítulos a sus espaldas —y pese a las críticas del progresivo bajón de calidad desde hace unos años—, Los Simpson no parecen tener ganas de despedirse. La Fox sigue haciendo buenas cifras de audiencia con la serie en Estados Unidos y, en consecuencia, no se plantea dejar de explotar a su amarilla gallina de los huevos de oro.

Además, este miércoles 19 de abril, los conocidísimos personajes celebran el primer Día Internacional de los Simpson. "Trabajando en nuestro calendario de días internacionales, reparamos en que aún no existe un Día Mundial de Los Simpson. Después nos dimos cuenta de que el próximo 19 de abril de 2017 se cumplirán 30 años de la primera emisión del cortometraje Good Night en El Show de Tracey Ullman, antes incluso de que Los Simpson se convirtieran en serie. Es perfecto: ¡ese debería ser el Día Mundial de Los Simpson!".

Con este mensaje, la agencia de comunicación española PR Garage decidió lanzar la propuesta en Change.org, donde ya acumula más de 1160 firmas. Su mayor éxito hasta el momento ha sido lograr que Atresmedia se sume a la celebración con una programación especial en Neox y el uso del hashtag #TheSimpsonsDay, y también FOX España, que emitirá un maratón de la serie.

Pero, ¿qué ha hecho tan grandes y poderosos a Homer, Bart y compañía? La respuesta es múltiple, ya que Los Simpson acumulan una serie de virtudes que en la mayoría de los casos eran únicas cuando se estrenó la serie.

En 1989, Matt Groening demostró que era posible crear una serie de animación de calidad para adultos. Las tramas, que giraban en torno a una familia estadounidense de clase media, estaban salpicadas de humor ácido e inteligente, a menudo más mordaz que el de ficciones similares de imagen real. Gran parte del mérito hay que atribuírselo al equipo creativo, compuesto por figuras como Sam Simon, John Swartzwelder y George Meyer.

Con los sucesivos cambios en la plantilla, la serie fue perdiendo parte de su atractivo y, a partir de la novena temporada, se infantilizó, perdió ingenio y derivó hacia un estilo menos realista y más disparatado similar al de decenas de series de dibujos animados poco reseñables. Aun así, la audiencia sigue siendo buena en Estados Unidos y también en otros países como España, aquí sobre todo por la constante repetición de episodios antiguos.

El estilo de Los Simpson ha creado escuela y ha inspirado la creación y el desarrollo de muchas otras series, desde Futurama (también de Matt Groening) hasta South Park, Padre de Familia o American Dad.

De poco habrían servido unos buenos guiones sin un universo rico en matices y rebosante de carisma. No son pocos los que conocen Springfield mejor que su propia ciudad: la calle Evergreen Terrace, la escuela de primaria, la central nuclear, el badulaque, el bar de Moe, la estatua de Jebediah Springfield frente al ayuntamiento, la montaña de neumáticos en llamas...

En este escenario se mueven decenas de entrañables personajes de lo más variado, empezando por los Simpson. La familia protagonista está compuesta por Homer, rey indiscutible de la serie gracias a su simpática estupidez (muy exagerada a medida que han ido pasando los años), su esposa Marge y sus hijos, el gamberro Bart, la empollona Lisa y la pequeña Maggie, que con 25 años de edad sigue siendo un bebé aferrado a su chupete.

Pero, tan importantes como ellos son la infinidad de secundarios que pueblan la ciudad: el señor Burns (propietario de la central nuclear y jefe de Homer) y su ayudante Smithers, Nelson, el agente Wiggum, Ned Flanders, Milhouse, Apu, el payaso Krusty, el actor secundario Bob, Patty y Selma (hermanas de Marge)... Cada uno de ellos responde a un estereotipo (la profesora amargada, el rarito de la clase, el religioso recalcitrante, el abuelo pesado...), pero están tan bien dibujados que lejos de resultar clichés planos, han desarrollado una personalidad única muy reconocible.

Los personajes de Los Simpson no serían nada sin los actores que les dan voz. De ellos es gran parte del mérito del éxito de la serie y es imposible imaginarse a Marge o Bart Simpson con unas voces diferentes, ya que son esas tesituras y rasgos vocales los que les han proporcionado gran parte de su personalidad. Los papeles principales corresponden a Dan Castellaneta (que pone voz a Homer Simpson, Krusty y otros hombres adultos), Julie Kavner (Marge Simpson y Patty y Selma), Nancy Cartwright (Bart Simpson y otros niños) y Yeardley Smith (Lisa Simpson).

Los actores de doblaje se han enfrentado en sucesivas ocasiones a la Fox para conseguir sueldos mayores a medida que aumentaba el éxito de la serie. Lo hicieron en 1998, 2004 y 2008.

En España, las voces de los personajes de Los Simpson también son fácilmente reconocibles y están consideradas emblemáticas. De hecho, los fans de la serie se llevaron un gran disgusto en el año 2000 cuando falleció Carlos Revilla, director de doblaje, ajustador y, sobre todo, voz de Homer Simpson. Le sustituyó Carlos Ysbert, pero nunca fue lo mismo. Además, el cambio de voz (algo que siempre resulta molesto) coincidió con el momento de declive de los guiones. La voz de algunos secundarios también ha cambiado a lo largo de la serie.

La voz de estos actores está ligada indefectiblemente a frases que ya han pasado a la historia de la televisión, latiguillos que son parte de la esencia de muchos personajes. Si se cruza con Ned Flanders, este le saludará con su típico "¡hola, holita, vecinito!". Menos agradable es el señor Burns, al que la desgracia ajena le resulta "excelente". Si el fastidiado es Bart, exclamará "¡mosquis!" y le dirá al responsable de su mal que se multiplique por cero. Homer, en cambio, soltará su famoso "¡Ouch!" (este gruñido, que en la versión original es "D'oh!", fue incluido en el diccionario Oxford English Dictionary), a lo que el gamberro Nelson responderá con su reconocible risa de sorna, su famoso "haaa, haaaa". Por otro lado, recordarán a Troy McClure de películas como...

Incluso una persona que no haya visto jamás un capítulo de Los Simpson (si es que de verdad existe tal sujeto), reconocerá sin lugar a dudas la clásica secuencia de apertura y su icónica melodía. Comienza siempre con Bart en clase escribiendo una frase en la pizarra a modo de castigo (en cada capítulo es un chiste diferente). También se ve a Homer saliendo de la central nuclear, a Marge en el supermercado, a Lisa tocando el saxo en clase de música... Todo termina siempre con la familia al completo sentándose en el sofá delante del televisor, un gag que también cambia en cada episodio añadiendo nuevos elementos o situaciones.

La secuencia se ha mantenido siempre prácticamente igual, pero ha tenido tres versiones con algunas diferencias entre unas y otras; la primera de 1989, otra que se usó desde 1990 hasta 2009 (la más longeva y popular) y otra renovada desde 2009 hasta la actualidad. Además, se han creado numerosos opening alternativos para capítulos específicos, algunos de los cuales se han hecho también muy famosos. Entre ellos se encuentran el creado por el grafitero Banksy, otro sobre el universo de Guillermo del Toro, uno basado en El Hobbit y otro que parodia la apertura de Juego de Tronos.

Una de los momentos más esperados de Los Simpson año tras año es su capítulo especial de Halloween. La famosa cadena de episodios titulada La casa-árbol del terror comenzó en la segunda temporada y desde entonces no ha fallado ni una sola vez (ya va por la parte número XXVII). En estos capítulos, compuestos por varias historias cortas de miedo y ciencia ficción (casi siempre homenajes a películas de estos géneros), los guionistas podían saltarse los límites del realismo que tenía la serie al principio y ofrecer tramas surrealistas cargadas de fantasía.

Los capítulos de Halloween tienen una serie de puntos recurrentes: comienzan con una apertura especial (Marge advirtiendo del contenido del capítulo, Homer presentándolo como si fuera Hitchcock...), los nombres que aparecen en los créditos se cambian por otros parecidos que crean juegos de palabras relacionados con el terror, el desarrollo se divide en cuatro relatos independientes y casi siempre hacen acto de presencia los extraterrestres Kang y Kodos.

Esos capítulos especiales de Halloween son todo un filón para los homenajes, no sólo a las películas de terror y ciencia ficción sino también a libros, seriales de radio, cómics... Pero también en los capítulos convencionales existen multitud de guiños a todo tipo de productos de la cultura popular. En estos 25 años de existencia, es posible encontrar en Los Simpson referencias a El cabo del miedo, La ventana indiscreta, Expediente X, El padrino, Los Soprano, James Bond, 101 dálmatas, Ciudadano Kane, El señor de las moscas, la serie En los límites de la realidad, En busca del arca perdida, Padre de familia, Cheers... ¿Qué no han hecho Los Simpson? Como dice el título de un capítulo de South Park en el que se homenajea a la serie de Groening, pienses lo que pienses, Los Simpson ya lo han hecho.

Otra forma habitual de homenaje en Los Simpson son los cameos, la "simpsonización" de personajes famosos que se incluyen en un capítulo y que, en muchos de sus casos, ceden su voz para la ocasión. La lista es larga e incluye nombres tan célebres como Dustin Hoffman, Tom Jones, Stephen Hawking, Kim Basinger y Alec Baldwin, Richard Gere, Elizabeth Taylor... Y no han faltado célebres españoles internacionales como Plácido Domingo, Javier Bardem y Ferrán Adriá.

La serie de la Fox ha ganado más de 160 premios desde su estreno, incluyendo 25 premios Emmy, 24 premios Annie y un premio Peabody. En 1999, la prestigiosa revista Time la calificó como la mejor serie del siglo XX. Además, en el año 2000, los Simpson recibieron una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Es la serie de animación estadounidense con un mayor número de episodios y además está incluida desde 2009 en el Libro Guinness de los récords como la sitcom de mayor duración del mundo.

A medida que el fenómeno televisivo fue creciendo, el Springfield catódico se iba quedando pequeño para sus habitantes, así que no tardaron en abandonar la pequeña pantalla e invadir el mundo real con cientos de productos sobre la serie: muñecos, juegos de cartas, versiones personalizadas de clásicos juegos de mesa (Cluedo, Monopoly...), cómics, camisetas, videojuegos... Incluso la cerveza Duff que tanto adora Homer Simpson se ha convertido en un producto real. En 2006, el mexicano Rodrigo Contreras obtuvo la patente de la marca y pudo lanzarla a la venta.

Uno de los derivados más ambiciosos fue el largometraje estrenado en 2007. Los Simpson: La película fue dirigida por David Silverman y escrita por guionistas clásicos de la serie como James L. Brooks, Al Jean o el mismo Matt Groening. Obtuvo la mayor recaudación en el estreno de una película basada en una serie de televisión y se encaramó a lo alto de la taquilla estadounidense gracias a los 74 millones de dólares obtenidos en su primera semana en cartel. A finales de ese año ya había recaudado más de 500 millones de dólares en todo el mundo.

A día de hoy, Los Simpson mueven una industria de merchandising de miles de millones de dólares.