El zoo en el que los animales suplican comida

Estos osos malayos están tan hambrientos que llegan a comerse sus propias heces. Muchos otros animales han muerto en el Zoo de Bandung (Indonesia). Escorpion Wildlife Monitoring Group, una organización en defensa de los animales, publicó este vídeo que muestra el mal estado en el que se encuentran los plantígrados.