La saga Nevermore, que de momento es una trilogía, está compuesta por una serie de aventuras de plataformas de desarrollo sencillo y corte clásico en la que debemos movernos con las flechas y saltar con la barra espaciadora (además de utilizar esporádicamente el ratón).

Su mayor virtud es el cuidado tratamiento artístico de cada uno de los juegos, con bellos escenarios (de pantalla estáticas, sin scroll) y animaciones elaboradas que van siendo mejores, igual que el desarrollo, en cada nuevo capítulo.

En el primer Nevermore, el objetivo es coleccionar todas las esferas azules que aparecen en pantalla. En la segunda parte debemos encontrar una mina llena de tesoros y, en la tercera (la mejor de todas), otro gran tesoro del que poco se sabe.