Al parecer, se valieron de procedimientos mecánicos, como palancas o poleas, para mover la gran escultura (de casi tres toneladas de peso) y la dejaron lista para llevársela en otro momento.
El conjunto escultórico, compuesto por el pedestal de piedra de Calatorao, y la estatua, de bronce, no ha sufrido ningún desperfecto.
Se desconoce si el intento del robo se trataba de una gamberrada o si realmente tenían intención de lucrase con la pieza de arte de Gargallo, a pesar de lo difícil que resultaría dar salida a una obra escultórica de tales características.
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