Según datos de la Marina Mercante, el año pasado llegaron a circular a poco más de 40 millas de la costa gallega 106 buques con material radiactivo, y esta misma institución confirma que se detectaron  hasta 160 vertidos contaminantes en aguas de la comunidad. La mayoría de ellos procedían de los lavados de las sentinas, sentinazos.

Ante este constante paso de barcos peligrosos, el diputado nacionalista Bieito Lobeira mostraba ayer su preocupación porque las condiciones de los buques que circulan por aguas gallegas «han empeorado» en los últimos años.

En este sentido, el presidente de la Xunta reconoció ayer en Muxía que Galicia no está libre de otra catástrofe, pero sí mejor preparada. Sin embargo, el vicepresidente insistió en que la comunidad debería tener competencias plenas en seguridad.