Dos de los fallecidos y diez de los heridos en los siete atentados pertenecen a los cuerpos de seguridad, según el comunicado del Gobierno argelino.

El número de víctimas indicado por el Ministerio del Interior es inferior al facilitado previamente por fuentes próximas a los servicios de emergencia, que calcularon que los atentados habían causado 10 muertos y 30 heridos.

En la aldea de Sidi Mustafá, en la provincia de Bumerdés, explotó un coche bomba ocasionando cuatro muertos y tres heridos, y en la de Suk El Hadad se produjo la detonación a distancia de dos artefactos, en la que cinco personas resultaron heridas.

También en la localidad de Bumerdés explotó otro coche bomba, causando heridas a un agente de policía.

En la provincia de Tizi-Uzu, capital de la Gran Cabilia, explotó otro coche bomba en la localidad de Dra Ben Kedda, causando un herido.

En Mekla, otro vehículo con artefactos explosivos causó otros dos muertos y dos heridos.

Otro coche bomba explotó en la aldea de Illula Umalu hiriendo a un civil, concluye el comunicado gubernamental.

Aunque el Ministerio del Interior no hace alusión en el comunicado a la posible autoría de estos atentados, en medios políticos y habitantes de la Cabilia los atribuyen al radical Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), relacionado con la red terrorista Al Qaeda.