Cuervos africanos, buitres, cotorras de Framer, yacops de cola roja, o aves autóctonas españolas como camachuelos o pico gordos por un valor de más de un millón de euros fueron intervenidos por la Guardia Civil en una operación contra una red internacional que traficaba con especies protegidas.

Siete personas han sido detenidas.

Siete detenciones

El operativo ha concluido con siete detenciones en seis ciudades españoles, entre ellas la de un veterinario que falseaba los certificados identificativos de los animales.

Además de falsificar certificados de nacimiento para simular que éstos se habían producido en cautividad, en algunos casos se extraían de animales "legales" muertos los microchips o las anillas -en algunos casos amputando sus extremidades- para colocarlos en las aves comercializadas ilegalmente.

Además del veterinario, han sido arrestados mayoristas del comercio de animales, criadores y distribuidores de este tipo de aves. Las aves exóticas fueron extraídas ilegalmente de países como Suráfrica, Perú o Brasil, y para su introducción en España se utilizaron incubadoras disimuladas en equipajes de mano o en fajas adosadas al cuerpo.

La operación "Silvestre" se llevó a cabo en Madrid, Alava, Tarragona, Vizcaya, Orense, Burgos, y Salamanca, y a los detenidos se les acusa de falsificación de documentos, de delitos contra la flora y la fauna y la hacienda pública.

Según los datos facilitados hoy por la subdelegada del Gobierno y el responsable del SEPRONA, la operación se inició el pasado mes de febrero, cuando se localizó en la N-1 (Madrid-Burgos) una furgoneta de transporte urgente que contenía numerosos ejemplares de aves autóctonas.

Entre ellas, los agentes encontraron ejemplares de carbonero común, palustre o herrerillo, aves incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Protegidas y en el Convenio Internacional sobre el Tráfico de Especies de Flora y Fauna (CITES).

Más de 350 aves protegidas

Entre los animales intervenidos se encuentran trece rapaces, 335 aves exóticas y 29 aves autóctonas, según los datos de la Guardia Civil, que ha intervenido además soportes informáticos, un silenciador, gran cantidad de documentación CITES, anillas identificativas de aves, tenazas para desprecintar las aves,cepos, redes y 3.500 euros en efectivo.

Además encontró dos congeladores y una nevera en los que se conservaban los restos de más de cien animales, que se utilizaban en algunos casos para extraer el microchip o las anillas y colocárselos a las aves introducidas ilegalmente.

Según informaron los responsables de la Guardia Civil, los siete detenidos han sido puestos a disposición judicial, y puestos en libertad con cargos y medidas cautelares.