Las especualaciones sobre el futuro de Fernando Alonso son casi constantes, una rutina: un día es la posible retirada de Kimi Raikkonen a finales de este año; otro son las halagadoras palabras de Robert Kubica, quien asegura que estaría encantado de tener al español como compañero de equipo...

Diversos medios coinciden en señalar que Alonso puede abandonar la escudería francesa a final de esta temporada por los malos resultados.

Es más, el diario Sport señala que el asturiano está pensando seriamente en dejar Renault y que podría comunicárselo a Flavio Briatore el próximo mes de julio.

En el contrato de Alonso, que es por un año prorrogable, hay una cláusula por la que si se consiguen unos objetivos -se especula con que tenían que estar cuartos en la clasificación de equipos en Silverstone- se renovaba automáticamente, de forma unilateral. En caso contrario, tiene la potestad de quedar libre si se lo comunica al equipo en las condiciones estipuladas antes de una fecha que también se especifica en el contrato, que probablemente es el 31 de julio.

¿BMW, Ferrari o el R-29?

La opción que más se acerca a los intereses de Fernando Alonso hoy es la de BMW. Pero baraja otra opción: Ferrari, aunque sabe que es más complicado ya que lo que pase con el futuro de Raikkonen o Massa es tan rocambolesco que no quiere llevarse ya más sorpresas. Si pasa el tren de BMW, posiblemente lo coja.

Pero el último capítulo de la relación amor-odio con Renault lo escribió el propio Fernando Alonso: el martes se mostró ambiguo al aconsejar a su actual equipo un cambio radical en la filosofía de trabajo en 2008 y que empiece a concentrar todos los esfuerzos en desarrollar el R-29. "Renault debe mirar a 2009", dice el asturiano en las páginas del diario Marca.

Alonso cree que si se aprovecha el tiempo, con las nuevas reglas del año próximo, se puede volver a luchar por ganar carreras.