(Risas). Sí, fue una tabarra. El caso es que ya me había sacado el teórico en Cádiz y luego me examiné del práctico en Barcelona, y suspendí dos veces. Poco después de empezar el programa, por fin me lo saqué en Madrid.

¿Sabía algo de motor cuando empezó el programa?

Tenía algo de idea, pero he ido aprendiendo más poco a poco, gracias a mis compañeros, que son grandes maestros.

¿Hay machismo en este mundillo?

Antes, hace algunos años, tal vez sí, pero ahora no. La mujer está muy integrada, como en el resto de los ámbitos.

¿Cuál ha sido su mejor experiencia en MQC competición?

La vez que me subí en una avioneta de vuelo acrobático. Estuve 12 minutos y pensaba ¡no vuelvo a subir! Pero ahora quiero sacarme el carné de piloto de avioneta (risas).

¿Y cual ha sido la peor?

Francamente, las que no hemos podido hacer. Las que al final no salieron.

Estudió Magisterio, ¿cómo llegó a la tele?

Pues es una buena pregunta... (risas). Lo cierto es que yo trabajé como chica de parrilla, allí conocí al director del programa y estuve dos años colaborando con él. Cuando salió la posibilidad de MQCcompetición hice los castings.

¿Tuvo que hacer castings?

¡Sí, y me las hicieron pasar canutas! (risas). Querían una chica valiente, que se atreviera a montarse en todo.

¿No le pica el gusanillo de pilotar?

Sí, y de hecho lo hago. He ido a varios cursos de conducción pero aún no me puedo comparar con un piloto (risas).

¿Que reto le queda para el futuro?

Todos, sobre todo en la Fórmula 1, ¡E ir de copiloto de Fernando Alonso! Quiero montarme con él, lo tengo que conseguir... (risas).