El piloto de motos Jorge Lorenzo se ha olvidado hoy por un día de los entrenamientos, los tiempos y el Moto GP Test del Mundial, el próximo domingo en Jerez, para visitar el corazón en España de su nueva marca, Yamaha.
El piloto, que el próximo 9 de marzo en Qatar debutará en la máxima categoría del Mundial , el Moto GP, se ha hecho fotos con los trabajadores, ha repartido besos a las chicas que ponen piezas en las motocicletas y con un chupa chups en la boca ha atendido amablemente a todo el que ha requerido su atención.
"No pensaba que mi presencia levantaría tanta expectación. La gente de la calle se piensa que las motos las hacen robots y hoy me he dado cuenta de que hay obreros que trabajan duro para que podamos tener esas motos", ha comentado el piloto posteriormente en una multitudinaria rueda de prensa.
En el paseo por la fábrica lo han acompañado Jorge Lasheras, presidente de Yamaha Motor España, Masahiko Nakajima, el director del equipo Fiat Yamaha -el Ron Dennis de Yamaha-, y Daniele Romagnoli, el mánager del equipo.
Una agenda repleta
Lorenzo reconoce que tras su fichaje por Yamaha, su agenda de compromisos "ha variado bastante" lo que no ha significado un obstáculo para hacer cosas fuera del mundo de las dos ruedad: "ahora hago clases de teatro por la tarde".
Los medios de comunicación han querido saber con qué opciones llega la Yamaha que pilotará a menos de un mes para que comience el Mundial.
"Debo adaptarme a la moto y no ella a mi manera de pilotar. Mis cualidades naturales como piloto son difíciles de cambiar pero no soy de los que creo que hay que hacer 1.000 cambios a la moto para que se adapte al piloto", comentaba el piloto.
Sus rivales
De su compañero de equipo afirma que "frena muy tarde, es bestial, y me saca muchos metros". Del piloto catalán asegura que su principal ventaja es que "acelera mucho y muy rápido".
Lorenzo compartirá equipo con el gran mito del motociclismo, 'Il Dottore' Rossi, con el que ya ha coincidido y ha notado la distancia de quién es el siete veces campeón del mundo y quien es el que acaba de llegar a la categoría.
"Aún no estoy a su altura técnica pero creo que lo puedo conseguir. No sé cuando pero en mi mente esta conseguirlo", asegura el mallorquín que confía en sí mismo para llegar a ser un día campeón del mundo de Moto GP: "siempre sueñas con ser el mejor de tu especialidad. Lo hice en el 250 pero eso ya está olvidado. Ahora estoy en Moto GP y voy a por el Mundial. En mi mente sólo está el conseguirlo algún día".
En un escalón inferior
Lorenzo tiene los pies en el suelo y es consciente que aún le queda un camino por recorrer con la nueva moto hasta estar al mismo nivel competitivo que Rossi, Edwards, Stoner o Pedrosa.
"Es difícil saber dónde estamos en estos momentos. Hacemos buenos tiempos pero sin estar ahí" entre los mejores de la categoría, reconoce Lorenzo.
De la moto destaca su sensibilidad. "Tienes que ser muy fino para llevarla. Es bastante fácil de llevar si la conduces bien. Si quieres conducirla de forma agresiva, vamos mal", comenta Lorenzo que reconoce que uno de los puntos débiles es la parte delantera.
"Su inestabilidad no hace que la sienta mía para entrar bien en las curvas pero estoy seguro de que lo conseguiremos", concluye.
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