Descarrila el tranvía en su tercer día de puesta en funcionamiento

Un fallo técnico en el suministro del tranvía A-105 y otro humano, una maniobra errónea del convoy A-103, provocan el incidente. El servicio quedó interrumpido durante cuatro horas.
Técnicos intentando arreglar el convoy, que quedó atravesado en la avenida de la Constitución ante la expectación de muchos curiosos. (Carlos Escolástico)
Técnicos intentando arreglar el convoy, que quedó atravesado en la avenida de la Constitución ante la expectación de muchos curiosos. (Carlos Escolástico)
Técnicos intentando arreglar el convoy, que quedó atravesado en la avenida de la Constitución ante la expectación de muchos curiosos. (Carlos Escolástico)
 «Un poco más y el tranvía se mete en Correos a comprar sellos», comenta con humor Jerónimo Iglesias. Maribel de la Vega, guía turística, testigo privilegiado de lo sucedido, cuenta que escuchó un ruido tremendo y luego un frenazo. «Esto es la crónica de una muerte anunciada. Es el dinero peor gastado de la historia de la humanidad». A pocos metros, cuatro señoras cantan: «Que venga el alcalde, que venga el alcalde». ¡Ay qué fuerte!, dice otra sevillana. Tres días después de haber sido inaugurado el tranvía que conecta la Plaza Nueva con los jardines del Prado a través de 1,4 kilómetros, y tras seis meses de pruebas, uno de sus vagones descarriló ayer pasadas las 11.30 horas. ¿El motivo? Un fallo técnico acompañado de otro humano. Un corte de suministro eléctrico deja parado en mitad del tramo de vía única al coche número A-105 del Metrocentro, a la altura del Archivo de Indias y la sede de Correos, cuando iba de Plaza Nueva a Puerta de Jerez. Segundos después, el conductor del tren A-103, que viene de frente y sin pasajeros por la vía en la que está el 105, intenta dar marcha atrás. La maniobra la realiza con demasiada celeridad, antes de que el cambio de aguja funcione al 100%, un fallo que provoca que la rueda del tranvía se monte en el espadín y descarrile. El vagón de cabeza queda cinco metros desplazado de la vía, en posición diagonal al trazado. Aunque no hay daños personales ni materiales, el servicio no se restablece hasta las 15.35 horas. La maniobra «indebida» hecha por el conductor «es algo habitual en los sistemas tranviarios», dice el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que visita la zona por la tarde. Para el gerente de Tussam, Carlos Arizaga, es un «incidente menor generado por una maniobra incorrecta a baja velocidad y sin público». Juan Ignacio Zoido (PP) achaca lo sucedido a la improvisación y lamenta la imagen de «ciudad caótica» dada.
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