'Quinquis de los 80', de enemigos públicos número uno a mitificados héroes de barrio

  • Es una exposición del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.
  • Se exhiben audiovisuales, recortes de prensa, fotos, cómics o vinilos.
  • La muestra se inaugura hoy y se podrá ver hasta el 6 de septiembre.
  • FOTOGALERÍA: IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN MÁS QUINQUI.

Calle, heroína, delincuencia y cárcel son las cuatro palabras que describen el viaje vital que hacían los Quinquis de los 80, entonces declarados enemigo público número uno y hoy mitificados como héroes de barrio.

Colocados y en chirona, desde los famosos como El Vaquilla y El Jaro hasta los chavales más anónimos, protagonizan la exposición que el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona acoge del 25 de mayo al 6 de septiembre.

La figura del quinqui fue acuñada por el cine de delincuencia juvenil, que vivió su esplendor en la España de entre 1978 y 1985, y por la prensa sensacionalista de la época como El Caso. Por ello, la exposición muestra montajes audiovisuales de estos filmes acompañados por material contextualitzador como documentales, recortes de prensa, fotografías, cómics, vinilos, casetes, pósters, fotocromos o planos urbanísticos.

Recorrido de la exposición:

El cine. La muestra comienza con la recreación de una sala de cine de los ochenta llena de fotocromos, pressbooks y carteles de la época que muestran la prolífica producción de películas sobre delincuencia juvenil. Se rodaron 30 filmes entre 1978 y 1985.

Los barrios de los 70: polígonos, paro y depresión. El barrio es el territorio germinal del quinqui. La crisis económica y los elevados índices de paro perjudicaron especialmente a los jóvenes. Para absorber el enorme número de chabolistas se construyeron barrios mal comunicados son servicios básicos como alcantarillado, escuelas o ambulatorios.

Los recreativos. El espacio que reconstruye una sala de recreativos es el corazón de la exposición. Este territorio omnipresente en las películas de la época apunta al surgimiento de una nueva cultura juvenil en relación con la moda, los videojuegos y otras formas de consumo capitalista. Representa la evasión de los adolescentes a través de los colegas, el sexo y las drogas.

La calle: En 1975, un 25% de la población de más de 14 años quedaba excluida del sistema educativo y la edad laboral y penal se situó en los 16 años. A muchos adolescentes sólo les quedaba la calle. La delincuencia juvenil atemorizaba a policías y ciudadanos. Delincuentes y drogadictos, robaban bajo los efectos del mono para obtener la dosis que necesitaban. La heroína fue una pandemia.

Quinqui-Stars: Detención, reformatorio y fuga. Este periplo del delincuente juvenil es difundido por la prensa sensacionalista. El Vaquilla y El Jaro son los dos quinquis más famosos de los ochenta y quedaron retratados en las películas Navajeros, la saga Perros Callejeros y Yo, El Vaquilla.

El reformatorio. En 1979 los reformatorios eran un nicho de malos tratos y sólo había 14 plazas de reclusión mayor para niños, por lo que muchos menores ingresaban en prisiones para adultos.

La cárcel. La herencia franquista dejaba un sistema basado en la represión. La situación estalló en 1977, cuando miles de reclusos ocuparon los tejados de las prisiones  de todo el país. Pedían la abolición de la legislación represiva y de las instituciones penitenciarias franquistas, la reforma del código penal, la depuración de los funcionarios fascistas, y la construcción de nuevas prisiones.

La pervivencia del mito. Este último ámbito aborda los efectos que el fenómeno quinqui produce tras el periodo de auge en la calle, la prensa y el cine a través de una vitrina con las biografías de ex convictos.

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