La sombra la quiebra sigue amenazando a la fábrica de Figueruelas de Opel, a pesar de que la planta se confirma como una de las más rentables del grupo General Motors. La dirección de las instalaciones aparcan al menos por un mes los paros técnicos derivados del segundo ERE que afronta la empresa y las previsiones de producción, aunque inferiores a las de 2008, siguen al alza.

Los 7.500 empleados que tiene Figueruelas realizaron ayer su undécimo día de paros técnicos y no volverán a hacer otro al menos hasta el 18 de junio. "Aún nos faltan seis días para este año y la empresa todavía no nos ha concretado las fechas de los próximos; es una buena señal", explica José Juan Arcéiz, presidente del comité de empresa de la fábrica. La principal razón reside en las expectativas de la planta. En un principio se fijó una producción de 316.000 coches para este año, cifra que ya se ha incrementado dos veces y ahora está en torno a 346.000 vehículos.

En Figueruelas se producen unas 1.840 unidades diarias debido a la supresión del turno de noche, que podría prolongarse más allá de noviembre si se retrasa el nuevo Meriva hasta 2010.

Por otro lado, el Gobierno de Aragón lo tiene todo preparado para conceder el aval de 200 millones a GM. La DGA firmará el próximo martes 26 de mayo con el presidente de la compañía, Carl Peter Forster, un protocolo para fijar las condiciones de estas ayudas, que sólo se otorgarán si se mantiene la planta de Figueruelas. Mañana es además el último día para que Fiat y Magna concreten sus planes de compra sobre Opel.

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