Denuncian que 400 casos de hepatitis se archivaron

Verónica, Maite y Carlos enseñan un documento.(Manuel Bruque / efe)
Verónica, Maite y Carlos enseñan un documento.(Manuel Bruque / efe)
Verónica, Maite y Carlos enseñan un documento.(Manuel Bruque / efe)
«Mi padre jamás se fugaría porque somos su vida». Así se manifestó ayer Verónica, la menor de los tres hijos del anestesista Juan Maeso, condenado a 1.933 años de prisión por el contagio de hepatitis C a 275 pacientes.

Todos comparecieron en público para proclamar la inocencia de su padre. Entre sus argumentos, destacaron que el juzgado desestimó investigar 400 denuncias de contagios con el mismo tipo de hepatitis. El abogado de Maeso, Francisco Davó, explicó que «estas denuncias estaban mezcladas con las del resto de afectados, pero eran de pacientes de otros hospitales en los que Maeso no trabajó. Habría que preguntar por qué no se investigaron».

Además, aseguraron que su padre nunca anestesió ni tuvo contacto con 45 de los 275 contagiados. Para ellos, todo esto demuestra que el juicio fue «una farsa. Lo único que se pretendía era encontrar rápidamente un culpable, sin importar la falta de pruebas». También criticaron su entrada en prisión por riesgo de fuga «cuando no ha faltado a ninguna comparecencia».

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