Diez años de litigios en los tribunales, bronca política y mucho desasosiego entre los afectados por los derribos. Todo eso confluyó ayer en la masiva manifestación que sacó a las calles del barrio valenciano marinero del Cabanyal a miles de personas.
Protestaron contra la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, proyectada por el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana, que se llevará por delante 1.650 casas para conectar el centro de Valencia con el mar.
Para unos es la solución a los problemas de tráfico de drogas, inseguridad y degradación del barrio. Para otros, esos problemas se han fomentado con la reubicación en la zona de vecinos conflictivos para dejar al plan como la única salida posible.
Las claves del cabanyal
- ¿Por qué el Ayuntamiento de Valencia se empeña en derribar una parte del barrio? Para conectar el resto de la ciudad con el mar mediante una gran avenida. También lo justifica como forma de rehabilitar el barrio.
- ¿Es cierto que hay drogas y delincuencia? Sí, se ha ido degradando desde principios de los ochenta. Los detractores del plan sostienen que es una táctica para echar a los vecinos, abaratar el suelo y justificar los derribos.
- ¿Qué monumentos hay en el Cabanyal? La Generalitat declaró Bien de Interés Cultural el barrio en 1993. En 2000, cuando presentó el plan de prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, descatalogó una parte. Son emblemáticos sus cerámicas, miradores y la Lonja de Pescadores.
- ¿Quién se opone? Vecinos y colectivos agrupados en la plataforma Salvem El Cabanyal, además de PSOE e IU.
- ¿Por qué lleva tanto tiempo sin haberse ejecutado? Por los litigios judiciales. Ahora el Gobierno central, que lo ve un "expolio cultural", va a recurrir al Constitucional para que no se haga. Para Camps, esta maniobra es "la mayor agresión al autogobierno" desde 1707.
- ¿No pagan a los afectados por sus casas? El Ayuntamiento pretende darle a los expropiados 550 1 por metro cuadrado y realojarlos en VPO que cuestan 1.300 1 el m2. Muchos ancianos deberán hipotecarse.
Un antiguo pueblo con sabor a sal
El Cabanyal ha sido tradicionalmente un pueblo de pescadores. Sus pequeñas y coloridas casas de planta y piso, con tintes modernistas, sustituyeron a principios del siglo xx a las barracas que dan nombre al barrio (de cabaña, cabañal) y formaron una trama urbana única. De hecho, fue municipio independiente hasta 1897, cuando Poble Nou de la Mar, que así se llamaba, pasó a depender del Ayuntamiento de Valencia. Curiosamente, Vicente Blasco Ibáñez, que ahora da nombre a la avenida que amenaza parte del barrio, retrató El Cabanyal en su novela 'Flor de Mayo', como Joaquín Sorolla en sus lienzos o Agustí Centelles con su cámara.
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