Si las alrededor de un centenar de obras que se están realizando en Vigo dificultan la circulación del tráfico hoy, a partir de mañana la cuestión será todavía más complicada. La humanización y la construcción del aparcamiento de Policarpo Sanz obligarán a cerrar el centro de la ciudad al tráfico durante cuatro meses.

Entre el Paseo de Alfonso y García Barbón sólo podrán circular los autobuses, taxis y los usuarios de los aparcamientos. Todos irán en el mismo sentido, que variará de dirección gracias a la instalación de un semáforo de bloqueo en Elduayen.

En consecuencia, los desvíos se realizarán por Gran Vía o por el túnel de Beiramar, lo que implicará un recorrido de casi el doble de distancia.

Para compensar estas molestias el concejal de Tráfico, Xulio Calviño ha anunciado que los residentes del Casco Vello que cuentan con una tarjeta que acredita esta condición (unas 600 personas) tendrán ofertas especiales en los aparcamientos de O Berbés, Porta do Sol, Estación Marítima y A Laxe. Así, por ejemplo en Porta do Sol podrán estacionar durante 14 horas al día por unos 50 euros mensuales.

Coches por el carril bus

Además, para agilizar el tráfico en el entorno de Povisa, a partir del lunes los coches podrán también circular por el carril bus ascendente que hay entre praza de América y praza de España.

La medida estará vigente hasta que concluyan las obras a finales de este año y será señalizada con indicadores verticales, si bien las señales de la calzada no se modificarán.

Los vecinos piden más seguridad

Ante los últimos escapes de gas que las obras provocaron en O Calvario y Teis, la Federación Vecinal solicita un mayor control en la ejecución de las obras para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Con estos incidentes como telón de fondo los vecinos aseguran «tener la sensación de que la celeridad con la que se están llevando a cabo las obras está provocando un continuo descontrol tanto en la planificación como en la forma en la que se acometen».

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