El secretario general de Asaja-Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, calificó hoy de "muy negativo" para el sector agrícola regional el año que acaba. De hecho, no dudó en afirmar que 2009 "ha sido uno de los peores años de la historia para el campo murciano", ya que, apuntó, "han sido muchas las sombras que se han cernido sobre los intereses de los agricultores y ganaderos de la Región".

En este sentido, Gálvez Caravaca puso de manifiesto que "son múltiples las dificultades a las que han de hacer frente a diario los agricultores y ganaderos de la Región, que atraviesan uno de los momentos más difíciles de su historia".

En concreto, algunos de los factores que explican esta "complicada" situación que atraviesa el sector son aquellos referidos al "desproporcionado incremento de los costes de producción, la extremada fiscalidad agraria, la caída de los precios en origen y la competencia desleal de terceros países productores".

Todo ello, indicó, porque el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, "da la espalda al sector, especialmente en zonas como la Región de Murcia, donde se trata de un eje estratégico para la economía de la Comunidad".

No obstante, Asaja-Murcia se mostró esperanzada de que el paro agrario y la movilización celebrada en noviembre en Madrid "hayan servido para remover conciencias, principalmente políticas, de manera que sirvan para poner medidas urgentes que frenen las pérdidas constantes de poder adquisitivo de los agricultores".

En esta misma línea, la organización profesional agraria dijo esperar que las próximas reuniones mantenidas con representantes de la Administración central "sean útiles para trazan un calendario efectivo de acciones que revitalicen, de forma definitiva, al sector agrícola de la Región".

Ante este panorama, tildó de "inaceptable" que el Gobierno español "se muestre impasible ante los graves perjuicios que van a sufrir los productores de la Región tras la aprobación de este acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos en materia agrícola".

No obstante, manifestó Gálvez Caravaca según fuentes de Asaja, "el acuerdo va más allá, ya que permitirá que Marruecos exporte frutas y hortalizas de una manera libre y sólo tendrían contingentes ciertos productos sensibles como es el calabacín, el pepino, la clementina, la fresa y el tomate, aunque también mejorarían sus condiciones de entrada".

Ordenar la producción.

De igual manera, consideró "sorprendentes" las nuevas concesiones dadas en materia de comercialización de cítricos, "en los que se eliminan todos los contingentes y se reducen un 30 por ciento los precios de entrada, salvo para la clementina importada de noviembre a febrero, que también verá ampliado el tonelaje máximo en 50.000 toneladas".

"Y resulta cuanto menos poco prudente otorgar tales facilidades cuando se sabe que el Plan Verde que promueve el Reino Alauita tiene como uno de sus primeros objetivos duplicar la producción citrícola actual hasta llegar a superar los tres millones de toneladas", subrayó.

Gálvez Caravaca, que reconoció que la primera parte de la campaña citrícola "está dando mejores resultados que en temporadas anteriores, ya que ha aumentado el consumo tanto en los mercados nacionales como en internacionales", resaltó que "se están cumpliendo con los auspicios de la Consejería de Agricultura y Agua, cuyos aforos vaticinaban una reducción de las cosechas, lo que ha provocado un aumento de los precios, a la vez que se han sumado unos cítricos de mayor calibre y más calidad que en otras temporadas".

La actual temporada, explicó, también tiene unas perspectivas "muy buenas", ya que se esperan recoger entre 12 y 14 millones de kilos de uva dominga en las explotaciones de Aledo, Totana y Alhama, la variedad que tradicionalmente se consume en Nochevieja.

Al hecho de que la uva tiene este año "una gran calidad" también se ha unido el hecho de que en la zona de Alicante, debido a las inclemencias meteorológicas, "se ha perdido gran parte de la cosecha de esta variedad, lo que ha hecho que el precio en origen suba ligeramente hasta situarse en los 0,70 céntimos el kilo".

Por todo ello, afirmó que "aunque los agricultores no se esperaban una temporada tan infructuosa, al final los peores augurios se han confirmado, convirtiéndose el campo, una vez más, en un negocio muy poco rentable".

El principal motivo para llegar a esta situación se puede achacar, según argumentó, "al desplome de los precios en origen del limón, la naranja, la patata, el pimiento, el melón, la sandía, el melocotón, el tomate y la cebolla, que ha estado provocado por una sobreproducción y por los abusos que las grandes cadenas de distribución ejercen sobre el agricultor".

En este sentido, apuntó, "una buena apuesta la constituiría el hecho de conseguir ordenar la producción, de forma que se evite un exceso de frutas y hortalizas que acaben colapsando los mercados, y que provoquen un descenso inusitado del precio de los productos".

A la misma vez, otra opción que contribuiría a atenuar las actuales circunstancias que sufren las explotaciones agrarias se encuentra en la "búsqueda de nuevas variedades agrícolas, satisfaciendo las tendencias de consumo que se están imponiendo y sacando a los productos de las consecuencias que tiene para ellos la estacionalidad".

En vilo ante la intención de derogar el trasvase.

En materia de agua, la negociación en torno al Estatuto de Autonomía de Castilla La-Mancha, en el que se incluye la intención de derogar el trasvase Tajo-Segura, "ha mantenido en vilo a todos los murcianos".

El líder de Asaja-Murcia subrayó, a este respecto, que "la continuidad del Tajo-Segura tiene que ser un hecho", ya que, destacó, "de dicha infraestructura dependen más de 147.000 hectáreas de regadío, 40 millones de árboles frutales y la economía de unas 70.000 familias".

Razón por la que dejó claro que junto a los regantes, la Administración regional y la sociedad murciana va a luchar con todas sus fuerzas "hasta conseguir la eliminación de todos los artículos relativos a la caducidad de esta infraestructura, vital para la Región y su agricultura".