Amarelle, capitán de la selección española de fútbol sala, se encuentra en Río de Janeiro (Brasil), con diez compañeros –siete debutantes–, preparando su asalto a la II Copa Mundial, que se celebra del 2 al 12 de noviembre en la playa de Copacabana.

Nació el 17 de diciembre de 1977 en A Coruña, aún no ha cumplido los 29 años, y fue nombrado mejor jugador del mundo de fútbol playa en 2003. Seguidor del Deportivo. Con el Milán, el pasado verano ganó Liga y Copa.

¿Con qué ilusión van?

"Probablemente seamos la selección más joven, pero venimos de ganar la Liga Europea y queremos lograr nuestro primer mundial".

Los once jugadores son de Galicia, ¿hablan entre ustedes sólo en gallego?

"No, en castellano. Somos muy españoles".

¿Qué hacen en las concentraciones?

"Yo me llevo el portátil para ver películas y escuchar música. No me gusta la Play".

¿Debe ser agradable ver tantas chicas en bikini?

¿Está casado?

"Digamos que comprometido. Espero convencer a mi novia (Silvia) para que se case conmigo pronto".

¿Por qué los brasileños son los mejores?

"Para ellos la playa es una forma de vida. Es su deporte".

¿Es peligroso Río?

"Sí. Es conveniente no llevar relojes ni joyas a la vista, aunque para nosotros haya protección".

¿Se puede vivir en España del fútbol playa?

¿Cómo fue jugar con Abel, Míchel, Butragueño...?

"Ellos fueron los pioneros y padrinos de este deporte".

¿Cansa la arena?

"Mucho más de lo que parece. Invito a la gente a que juegue para comprobarlo".

¿Por qué Amarelle?

"Por mi madre y por mi abuelo materno. Es mi segundo apellido".