Los vecinos de la Plaza del Gas, aterrorizados por las voladuras

La gasolinera de al lado tiene un depósito de 10.000 litros de combustible. Algunos vecinos ya han abandonado sus casas
Techos resquebrajados, grietas en las paredes, tuberías rotas, mobiliario por el suelo y, sobre todo, vecinos nerviosos y asustados. Los que residen en torno a la plaza del Gas, donde se construirán 230 viviendas y 900 aparcamientos, han llegado, incluso, a temer por su vida. Las voladuras controladas que horadan la roca desde la primavera frente al Ayuntamiento bilbaíno han llevado a algunos vecinos de la plaza Erkoreka y la calle Sendeja al límite de abandonar sus viviendas.
 
Explosiones de dinamita
 
«El estruendo es aterrador. Tiembla todo, paredes, suelos y cristales», comentaba ayer una vecina, que aseguraba tener ya los «nervios de punta». Desde el inicio de los trabajos con dinamita, los operarios de la empresa promotora Bami-Jaureguizra ha llevado a cabo, al menos, un centenar de voladuras en la zona. Las explosiones no han causado ningún daño personal. El depósito de gasolina anexo no ha sufrido ningún daño, pero los vecinos no las tienen todas consigo. La empresa ha comunicado a las comunidades próximas a la obras que todo está «controlado» y que se harán cargo de los daños.
 
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Tiembla todo; me entra el pánico porque creo que se me puede caer la casa encima. Me marcharía, pero no tengo adónde ir»
 
Julia González Vecina de la plaza Erkoreka
 
El final de las laderas de Etxebarria
 
La necesidad de comprimir 290 viviendas y construir 900 aparcamientos, uno de los requisitos del Ayuntamiento, en la plaza del Gas, ha obligado a la promotora de las obras a extraer miles de toneladas de roca. Las laderas del parque Etxebarria que confluían en el antiguo camino Quintana han desaparecido por completo. Los vecinos han responsabilizado del «atentado natural» al Ayuntamiento, que obtendrá 72 millones de euros de la operación urbanística y residencial.
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