Ana Mª Matute «Me encanta Harry Potter aunque esté mal escrito»

Serena y con mucho sentido del humor, cumple 80 años el 26 de julio. Destino publica su trilogía medieval
Su cojera y su sordera no merman su buen estado de ánimo ni sus ganas de escribir (está trabajando en un libro sobre el deseo). Con motivo de su 80 cumpleaños, Destino relanza su trilogía medieval: La torre vigía, Olvidado Rey Gudú y Aranmanoth.
 
¿Sigue llevándose mejor con los niños que con los adultos?
 
Con los niños y con las personas que no han perdido la inocencia, aunque sean adultos.
 
La tele, los videojuegos… ¿Están perdiendo los niños la imaginación?
 
La infancia cada vez es más corta y sí, se pierde la imaginación, que es muy importante en la vida. Yo, en mis libros, hablo más de magia.
 
De magia son los libros de Harry Potter, ¿qué le parecen?
 
Me encantan. No están muy bien escritos, pero devuelven a los niños a la literatura. 
 
El libro en el que trabaja va sobre el deseo. A su edad, ¿qué deseos tiene?
 
Los tengo ya todos cumplidos.
 
¿Todos?
 
Hombre, desearía muchas cosas, pero no para mí, sino para el resto de la humanidad: que no hubiera crueldad, abusos, injusticias; me rebelo contra cosas que han ocurrido siempre, que estaban tapadas y que ahora salen a la luz, como el maltrato a las mujeres. Esto me saca de quicio.
 
Volviendo a la niñez, ¿le quedó alguna secuela del maltrato que sufrió en el colegio?
 
Me quedó muy mal recuerdo y la sensación de injusticia; ahora me he dado cuenta de que vuelve a ocurrir. Un día oí decir que un niño de 4 años no tiene problemas. Y sí que puede tenerlos. Yo los tenía: era tartamuda y se reían de mí.
 
¿Cómo lo superó?
 
Pues hija, con cojones. Lo mío no era un defecto físico, era psíquico. En cuanto dejé de tener miedo a las monjas y a una persona que no quiero nombrar, superé la tartamudez.
 
¿Le ha servido la escritura como terapia?
 
Ha sido de las cosas más importantes en mi vida.
 
«Aún no me he adaptado al mundo»
 
Ana María Matute confiesa que el mundo para ella sigue siendo hostil: «Aún no me he adaptado, por eso escribo, para ver si encuentro mi lugar en el mundo; hay momentos en los que uno se siente bien, pero mi vida ha sido incómoda porque nací tartamuda». Quizá por ello se lleve tan bien con los niños, porque ellos «también son ajenos al mundo de los adultos». Sobre su oficio precisa: «Es una forma de ser, de estar en el mundo».
 
BIO
 
Barcelona, 1925. Miembro de la RAE desde 1998. Con Eugenio de Goicoechea, de quien se separó en 1963, tuvo a su único hijo, Juan Pablo.
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