Las fiestas llegan a su ecuador con la procesión del Corpus Christi.

El tráfico estará cortado desde las diez de la mañana en la Gran Vía, hasta la plaza del Triunfo y en la Acera del Darro, a partir del Puente Blanco.

La calle Recogidas estará abierta al tráfico aunque si no es estrictamente necesario, es preferible dejar el coche lejos del centro. La comitiva saldrá a las once de la catedral, para subir por Cárcel Baja, dirección Gran Vía, para bajar después por la calle Reyes Católicos y volver a las Pasiegas vía Mesones y Marqués de Gerona.

Los que quieran ver la procesión sentados, en las sillas que instalan en Reyes Católicos, tendrán que madrugar.

Ayer fueron los niños sentados en la acera los que hicieron de centinelas para guardar el sitio, mientras los papás esperaban de pie el desfile de La Pública.

El vestido de color marfil que llevaba el maniquí dejará paso esta mañana al damasco negro o carmesí de los trajes del siglo xix con los que procesionan los ilustres en la solemne procesión del Corpus.

Chaqués, chisteras, collares, guantes de blanco riguroso y terciopelo de varios colores, a la usanza del siglo xv, para los trajes de la comitiva histórica. Los pajes lucirán casaquillas rojas con bordados y estoques.

Ellos serán los encargados de llevar las Ordenanzas de la Ciudad de Granada, del año 1522, o el escudo oficial, esculpido y enmarcado en oro, que fue concedido por su majestad la Reina Doña Isabel II.

Como para tropezarse con tanta reliquia. La espada y la corona La corona y el cetro de Isabel la Católica y la espada de ceremonia de su esposo, Fernando, también irán en procesión sobre cojines de damasco carmesí,además del pendón, que completa el concurso de reliquias presentes en el cortejo.

Se espera el mismo gentío, eso sí, con menos niños.