Eso de media, porque el desfalco puede ser mayor, según la Federación de Consumidores (FUCI). Ser incauto en la compra y no estudiar en la pública lo encarece. Un total de 500 euros pagarán este mes los padres de la pública; 850, los de la concertada, y 1.100, los de la privada.

El dispendio no lo quita nadie, pero la rebaja es posible. La ropa cuesta 135 euros, pero se ahorrará un 30% la familia que evite marcas. Los libros vienen a salir por unos 170 euros, aunque hay rebajas de hasta el 25%.

Algo que no es baladí. La gratuidad de los libros es uno de los eternos caballos de batalla de las asociaciones de padres. Ya son gratis en comunidades como La Rioja, y, este curso, en Euskadi comienza un programa de prestación de libros. Empieza en 50 colegios públicos de los 498 que tiene Euskadi. En 2010 se incorporarán.

Los alumnos no compran libros, sino que los reciben prestados. Las familias pagan el 25% del precio y los estudiantes «aprenden valores como la ecología, el cuidado de los libros o la importancia de compartir», explica Ana Izaguirre, presidenta de Ehige, la asociación de padres y madres de Euskadi. Lo del préstamo «no es suficiente. La educación obligatoria debe ser gratuita», dice Izaguirre.