La mayoría de los conductores que sufren accidentes de tráfico en las carreteras aragonesas tienen entre 18 y 40 años y son, en una proporción mucho mayor, más hombres que mujeres. De hecho, en ocho de cada diez siniestros de carretera, es un varón el que va al volante. Y los accidentes, lejos de reducirse, siguen incrementándose.
En los cinco primeros meses del año se han registrado más de dos siniestros por día. Han sido 366 en total, 65 más que en el mismo periodo de 2004. El aumento del número de accidentes ha conllevado también más muertes. Entre enero y mayo, las carreteras aragonesas se han cobrado la vida de 68 personas, ocho más que el año pasado, según la delegación del Gobierno.
Las principales causas de los accidentes son las distracciones de los conductores (en el 26% de los casos) y la velocidad (en el 23%). La realización de maniobras antirreglamentarias causa el 15% de siniestros.
Los viernes y los lunes son los días en los que se registran mayor número de accidentes, aunque los siniestros con más víctimas mortales se producen en domingo.
Siniestros disparados en verano
Sólo en los meses de julio y agosto del año pasado se registraron 396 siniestros en las rutas aragonesas, casi los mismos que en los primeros seis meses. Murieron 45 personas. Para disuadir a los conductores de pisar el acelerador, la Ley de Seguridad Vial contempla multas de 90 a 600 euros por superar los límites de velocidad. En algunos casos puede conllevar también la retirada del carné e incluso penas de cárcel.
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