Shine es un pequeño pony que sufrió una mordedura de perro en su pata trasera izquierda. La herida se infectó y hubo que amputar. Pero lo que parecía una condena, ya que los equinos apenas pueden sobrevivir sin una de sus patas y se les suele aplicar la eutanasia en estos casos, en el caso de Shine ha acabado con final feliz, como recoge el portal Equus.

Un equipo de investigadores y veterinarios de la Colorado State University han desarrollado una pata ortopédica con una impresora 3D. La pata es una copia exacta de una real, y tras una operación quirúrgica, se le colocó al animal.

Esta pata permite a Shine volver a caminar. Esta tecnología todavía no se puede aplicar con caballos, porque las patas prostéticas no podían soportar el peso del animal.