El presidente de Francia, François Hollande, advirtió este jueves de que el alto el fuego sellado entre Ucrania y Rusia en Minsk es un "acuerdo frágil" y adelantó que si no se respeta la UE continuará el proceso de sanciones.

"El acuerdo está ahí y es una esperanza, pero es un acuerdo frágil", advirtió un Hollande visiblemente cansado en rueda de prensa al término Moscú de la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebró este jueves en Bruselas.

El líder francés acudió al Consejo Europeo después de mediar junto a la canciller alemana, Angela Merkel, en las negociaciones de Minsk, que se alargaron durante 17 horas y se saldaron con un pacto entre Moscú y Kiev que será aplicado desde las cero horas del próximo domingo.

Hollande explicó que si el acuerdo no se respeta habrá que ver en primer lugar qué parte no lo respeta y, si fuera Rusia, la UE tendría que seguir adelante con el proceso de sanciones, lo que sería una mala noticia para Moscú, pero también para el bloque comunitario.

Sobre la entrega de armas a Ucrania, de la que se ha mostrado partidaria Estados Unidos, el presidente francés explicó que su país no apoya esta medida.

"No queremos hacer la guerra, queremos hacer la paz. No pensamos en esa hipótesis", aseguró.

Hollande destacó que la mediación de Francia y Alemania en las negociaciones de Minsk se desarrolló con el apoyo de todos los socios europeos, que fue reafirmado este jueves, y en constante contacto con la alta representante de la UE, Federica Mogherini.

"Si es necesario en las próximas semanas podremos tener un encuentro físico en el mismo formato a cuatro", indicó al ser preguntado por si volverán a reunirse con Ucrania y Rusia para evaluar el avance de la aplicación del pacto.

Hollande destacó, por otro lado, que la mediación conjunta con Alemania ha supuesto "un momento muy importante para la relación franco-alemana".

Acerca de la declaración contra el terrorismo que aprobaron los líderes europeos, el presidente francés dijo que se avanzará en dos sentidos: la adopción urgente del registro de pasajeros (PNR) y el refuerzo de los controles en las fronteras exteriores del área Schengen.

"Si queremos mantener Schengen, una frontera exterior, hace falta que sea controlada, es importante que se verifique quién viene y quién sale", comentó.