El cuidado de las personas mayores sigue siendo uno de los aspectos en los que es más evidente el desigual reparto de tareas entre sexos. Según un informe conocido ayer del Consejo Económico y Social (CES), el 84% de los cuidadores son mujeres, frente a un 16% de hombres. El propio CES destaca que la «atribución de roles en función del sexo parece mantener su pauta tradicional», y recuerda que la mayor parte de estas mujeres se ven obligadas a demandar el apoyo de los servicios públicos.
Los datos, correspondientes al segundo trimestre de 2005, muestran asimismo que la relación que normalmente une a los cuidadores con el necesitado suele ser la de parentesco «muy próximo». Por otro lado, el informe confirma que en los últimos meses ha aumentado el apoyo prestado por parte de otros familiares al cuidador habitual. Por orden, las hermanas, los esposos y los hijos, son los que más ayudan.
La media de los que dispensan estas atenciones está en 53 años. De ellos, un 17% no posee ningún estudio.
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