Mitsubishi ASX: el rival

  • Modelos como el Skoda Yeti, Toyota RAV4 o el Nissan Qashqai se enfrentan a un nuevo rival.
  • Con el ASX, y tras años de abstinencia, Mitsubishi vuelve a incorporarse al segmento de los SUV pequeños.
  • El nuevo ASX cuenta con motor diésel de alta tecnología.

El nuevo Mitsubishi ASX llegará a los concesionarios en junio de 2010, aunque en un primer momento sólo en su versión diésel. El motor de gasolina se hará esperar tres meses más. Con todo, para 2010 Mitsubishi pretende vender 5.500 vehículos sólo en Alemania.

Objetivo: 1,5 millones

MITEvidentemente, se trata de un objetivo muy ambicioso el que ha fijado Mitsubishi Global. En la actualidad, se fabrican aproximadamente un millón de vehículos al año en las siete líneas de producción repartidas por cinco países. En 2010, la meta es alcanzar el millón y medio de vehículos fabricados. Para poder lograrlo, los japoneses se han puesto manos a la obra para modernizar de forma radical tanto su imagen algo anticuada como su gama de productos.

El primer paso será la presentación del ASX que se pondrá a la venta en todo el mundo. En este caso, se trata de un pequeño SUV que, de forma muy inteligente, se ha construido sobre la plataforma del Outlander con unos 35 centímetros más de longitud. Esto ahorra gastos de desarrollo y producción y, en el caso del ASX, es algo que beneficia sobre todo al propio automóvil. Al acceder al vehículo nos sorprende su economía de espacio, en especial si tenemos en cuenta que el ASX tan sólo mide 4,30 metros. Sobre todo los pasajeros de la parte posterior se alegrarán de saber que la distancia entre ejes es de 2,67 metros. De esta manera, este pequeño modelo japonés ofrece más sitio que el Outlander, puesto que éste último debe dar cabida a una tercera fila de asientos. El ASX presenta un diseño muy eficaz. A pesar de que la capacidad del maletero no supera la media (416 litros), se trata de un espacio suficiente para albergar un volumen de equipaje normal.

En la parte delantera destaca el hecho de que el ASX sea el primer Mitsubishi que incorpora un ajuste longitudinal del volante, lo que permite crear una buena posición de conducción. Los propios asientos no están especialmente bien moldeados, aunque se ajustan al carácter distendido del vehículo. Los acabados no admiten crítica alguna y eso que los modelos suministrados para la prueba de conducción eran vehículos pre-serie. Las superficies están fabricadas en materiales decentes y su aspecto es consecuente con este hecho. Lo que también nos ha resultado agradable es ver que Mitsubishi ha incorporado en el ASX la ya conocida consola central, la cual resulta ordenada e intuitiva. Cualquier persona se hará con su manejo a la primera. La versión superior Instyle dispone de un sistema de navegación y entretenimiento algo más complejo.

Inconveniente: la política de líneas de equipamiento

MITAquí es donde descubrimos uno de los grandes inconvenientes del ASX. Los extras no se pueden solicitar por separado, a excepción de la pintura metalizada. El alcance del equipamiento viene determinado exclusivamente por la elección de la versión. Y no es que el ASX salga de fábrica con un equipamiento escaso. El modelo 1.6 con motor de gasolina (a partir de 17.990 euros) incluye siete airbags, ABS, ESP, radio-CD, cambio automático con función Stop-Start y cuatro elevalunas eléctricos. A partir de la línea Inform (18.990 euros) también podremos disfrutar de aire acondicionado. El suplemento por elegir combustible diésel asciende a 2.000 euros. No es mucho si tenemos en cuenta que, en lugar del motor de gasolina de 1,6 litros, el ASX monta un motor diésel de 1,8 litros de nuevo desarrollo y con 32 CV más y, en lugar de la caja de cambios de cinco marchas, un cambio de seis velocidades. En 2011 saldrá a la venta un cambio automático (modelos de gasolina) y un cambio de doble embrague (SST).

El nuevo 1.8 DI-D ha sido desarrollado en colaboración con Mitsubishi Heavy Industries y ofrece dos novedades a escala mundial. En primer lugar, su relación de compresión es de tan sólo 14,9:1 y, por otro, su distribución por válvulas presenta un funcionamiento variable en su admisión. Ambas novedades combinadas mejoran tanto la configuración de la mezcla como lo que de ella se obtiene. Tal y como cabía esperar, el motor cumple la normativa de emisiones Euro 5, aunque a primera vista su consumo homologado de 5,5 litros no resulte realmente óptimo para un SUV diésel de tracción delantera. En comparación con estos datos podemos decir que el Skoda Yeti 2.0 TDI de tracción delantera consume 5,4 litros y el Qashqai 4,9. Sin embargo, cabe destacar que ambos competidores están propulsados por motores diésel de tan sólo 110 y 106 CV, respectivamente. En el caso del ASX, debajo del capó trabaja un motor de 150 CV y, más adelante, saldrá a la venta un 1.8 DI-D con 116 CV. Si comparamos las cifras de consumo de los antedichos competidores con motores de dos litros más potentes, combinados con una tracción integral, entonces el ASX gana la partida: 5,7 litros en comparación con los 6,0 del Skoda y los 6,7 del Nissan.

No obstante, el ASX no sólo le debe su carácter económico a su nuevo motor. La función Stop-Start de serie, las gomas con una resistencia a la rodadura optimizada, la nueva dirección asistida electromecánica y la carga de la batería durante la desaceleración, así como un rectificado especial de la aerodinámica (valor Cw de 0,32 frente a 0,37 del Yeti y 0,33 del Qashqai) son algunas de las características que hacen posible este excelente consumo homologado.

No es oro todo lo que reluce

MITA pesar de lo bien que suena el motor diésel en teoría, existe un detalle al que resultará difícil acostumbrarse. En cada una de las franjas de revoluciones el motor se detiene un segundo a pensar antes de desarrollar toda su potencia. Esto resulta especialmente evidente cuando uno acelera rápido; entonces el impulso se interrumpe por un momento justo después del cambio de marcha y es necesario esperar hasta que éste se vuelve a desarrollar. Por lo demás, a partir de las 1.500 vueltas el motor ya se muestra potente, aunque el par motor óptimo de 300 Nm se alcanza entre las 2.000 y las 3.000 revoluciones.

El ASX 1.8 DI-D con tracción delantera alcanza los 100 km/h en 9,7 segundos. La velocidad máxima es de aproximadamente 200 km/h e incluso entonces el Mitsubishi se muestra sereno y se mantiene bien asentado sobre el asfalto. El ruido del viento no es mucho mayor o menor que en otros vehículos del segmento de los compactos. El motor resulta bastante silencioso, los ruidos de combustión son suaves y agradables al oído. A partir de las 3.000 vueltas es cuando la acústica empieza a perder en calidad.

El bastidor es una de las grandes ventajas de este SUV de 1.400 kilos de peso. El reglaje es cómodo y sorprende su elevado nivel de comodidad en recorridos largos. Nos agrada saber que, en este caso, Mitsubishi ha decidido no seguir el mismo camino que sus competidores, los cuales sobrecargan sus SUV con todo tipo de elementos deportivos. Sin embargo, el ASX no es un monstruo que se tambalee sin control. Aunque su inclinación lateral en curva es más que apreciable, este Mitsubishi transmite en todo momento confianza y anuncia que se ha llegado al límite con un ligero deslizamiento sobre el eje delantero. Con este estilo de conducción, la única diferencia entre la tracción delantera y la tracción integral AWC (sistema «All Wheel Control») se experimenta sobre superficies firmes. El tracción integral se muestra más neutral y nos ofrece un poco más de seguridad al conducir. En este caso, como máximo se traslada el 50% de la fuerza al eje trasero. En una situación de conducción normal, estaríamos hablando de tan sólo un 2%.

Conclusión

MITEl Mitsubishi ASX es un vehículo para aquellos que les gusta ir sentados por encima de los demás, viajar de forma cómoda y, pese a ello, se niegan a conducir un SUV enorme. Es aproximadamente 5.000 euros más barato que el Outlander, pero no por ello ofrece menos espacio a sus pasajeros. En comparación con la competencia, la versión básica cuesta más o menos lo mismo que un Skoda Yeti mal equipado y con un motor menos potente. Por lo tanto, parece que el ASX, sobre todo con el nuevo motor diésel, tiene vía para alcanzar el éxito esperado. Excepto quizá el hecho de que muchos no saben de su existencia, algo que resulta muy habitual cuando los nuevos rivales salen a la calle.
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