Maratón de sexo explícito en la provocadora película "Shortbus"

  • La crítica la considera el largo de contenido sexual más explícito realizado fuera de la industria pornográfica en EEUU.
  • Se estrena en España el próximo 9 de febrero.
  • Es del realizador John Cameron Mitchel, autor de Hedwig and the Angry Inch.
  • Mitchell solicitó por Internet a los potenciales actores grabaciones en las que hablaran de sus experiencias sexuales más importantes desde el punto de vista emocional.
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Shortbus, la última película del realizador estadounidense John Cameron Mitchell, es una arriesgada apuesta por el sexo para explorar a través de un grupo de personajes reales la soledad, la insatisfacción y el suicidio con el Nueva York más underground de fondo.

En ella una terapeuta sexual que jamás ha tenido un orgasmo, una "dominatrix" incapaz de relacionarse, una pareja gay que se aventura en la apertura de su relación, y toda una fauna de personajes exploran sin complejos los placeres carnales en una cita semanal llamada Shortbus.

La cinta, que se estrena en España el próximo 9 de febrero, ha sido considerada por algunos críticos como el largometraje de contenido sexual más explícito hasta ahora realizado fuera de la industria pornográfica de este país.

Con humor e ironía, dice algo de nuestra sociedad, donde el sexo está separado de nuestras emociones e ideas
Pero para Mitchell, que ganó notoriedad con el musical sobre el cambio de sexo
Hedwig and the Angry Inch, se trata de un film que, "con humor e ironía, dice algo de nuestra sociedad, donde el sexo está
separado de nuestras emociones e ideas".

"Me gusta el porno, pero siempre que sea bueno. La mayoría de los encuentros sexuales son divertidos, desesperados y ridículos, así que limpié la película de ese aire de erotismo para ver que había detrás emocionalmente", explicaba J.Cameron Mitchell.

El sexo "no debe ser visto como algo malo", sino como un acto en el que, como una suerte de espejo, se reflejan nuestros miedos, matiza el cineasta.

"La gente tiene mucho miedo de ver su vida proyectada en un film de manera más franca. Por eso busqué retratar gente real. Los personajes no son ordinarios, pero espero que sean reales", asegura.

Un arranque fuerte

Shortbus comienza con la escena de un joven, James (Paul Dawson), tendido en el suelo de su apartamento en Nueva York, haciendo una contorsión al estilo yoga que le ayuda en la casi imposible tarea de eyacular en su propia boca.

Su relación de cinco años con Jamie (PJ DeBoy) atraviesa una grave crisis, lo que le lleva a proponer la idea de 'animarla' con un tercero (Jay Brannan).

Prefiero llamarlo sexo en grupo, no orgía. Para estas escenas les dije a los actores que no ensayaran, que hicieran lo que quisieran
También está la historia paralela de Sofía (Sook-Yin Lee), una terapeuta sexual que nunca en su vida ha experimentado un orgasmo y que, sumida en la frustración, recurre a los consejos de
una dominadora bisexual (Lindsay Beamish).

Todos estos personajes, y otros con historias tan o más complejas -como un ex alcalde de Nueva York que nunca salió del armario- se juntan en Shortbus, un cabaré clandestino de Nueva York frecuentado por artistas que buscan diversión y "sexo colectivo".

"Prefiero llamarlo sexo en grupo, no orgía. Cuando hicimos estas escenas les dije que no ensayaran, que hicieran lo que quisieran. Esta película es el mundo donde vivo y el cabaré está basado en lugares en los que he estado", explica Mitchell.

Un casting previo en la Red

Shortbus tuvo como punto de partida una convocatoria realizada por Mitchell en Internet, en la que solicitaba a los potenciales actores grabaciones en las que hablaran de sus experiencias sexuales más importantes desde el punto de vista emocional.

"Recibimos unas 500 cintas, de las que escogimos a los nueve personajes. Con ellos hicimos talleres, improvisamos y jugamos. No hice audición para penes, pero curiosamente resultaron ser más grandes de lo que esperaba", bromeó.

Todas las escenas sexuales que aparecen en el film son reales
Todas las escenas sexuales que aparecen son reales, aunque Mitchell señala que son exageraciones o adaptaciones de las experiencias personales de los actores, incluidos DeBoy y Dwason, que son pareja en la
vida real.

"Los actores aprobaron todo lo que iban a hacer y establecieron sus propias metas emocionales. Tuvieron coraje. Algunos quisieron ensayar las escenas, otros tomaron Viagra. Escuché las necesidades de cada uno. Fue muy íntimo. Una especie de terapia de grupo que nos unió de por vida", indicó.

"Shortbus" tiene un deje de realismo que le aproxima al "docudrama" y a la "reality TV", algo que no le molesta a Mitchell, que afirma que "Será chocante para alguna gente, pero creo que cada vez más personas se sienten más relajadas al ver sexo en el cine. En esto ha ayudado Internet y la 'reality TV'".

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