La selección española de fútbol sala para ciegos busca su primer mundial

  • Buenos Aires (Argentina), sede de la competición.
  • España ha sido subcampeona en la última cita mundialista, disputada en Río de Janerio en 2002.
  • Argentina y Brasil son las otras dos grandes aspirantes al triunfo.
  • El ganador logrará plaza directa para los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008.
Un jugador de la selección española de ciegos lanza a puerta.
Un jugador de la selección española de ciegos lanza a puerta.
ONCE
Un jugador de la selección española de ciegos lanza a puerta.

Ni son Luis Amado, ni tampoco Javi Rodríguez o Joan Linares. Pero tampoco tienen nada que envidiarles. Son la selección española de fútbol sala para ciegos que, desde hoy, tratarán de sustituir a Brasil -por partida doble- y Argentina en el palmarés de la Copa del Mundo, que en Buenos Aires (Argentina) alcanza su cuarta edición.

Los chicos de la roja llegan a la cita mundialista con un gran palmarés. Cinco veces campeones de Europa, un subcampeonato del mundo (2002), el bronce olímpico de Atenas 2004 y los dos terceros puestos de los mundiales de 1998 y 2000 son algunos de los argumentos de una selección que luchará por la final del próximo 1 de diciembre.

El equipo español, dirigido por Carlos Campos y José Francisco Urbano, llega a la competición con la mente puesta en un triunfo final que les otorgaría, de forma directa, el pasaporte para los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008.

Con un equipo eminentemente andaluz, España tendrá en Brasil (campeón en 1998 y en 2000) y en Argentina (ganador de la última cita, en 2000) los dos grandes rivales a batir.

La expedición la componen los porteros José Manuel Gómez y Álvaro González y los jugadores de campo Alfredo Cuadrado, Jesús Antonio Martín Gaitán, Marcelo Rosado, Aurelio de los Santos, Adolfo Acosta, Vicente Aguilar, Manuel Jesús Conde y José López.

Un deporte que se siente.

En el fútbol sala para ciegos se juega en una cancha que presenta unas dimensiones de 20 metros de ancho por 40 de largo delimitado por vallas. Cada equipo cuenta con cinco jugadores.

El portero, vidente, puede ejercer de guía para sus compañeros, que juegan con un antifaz en el rostro, aunque el guía oficial, auténtica brújula de los jugadores en el campo, se sitúa en la línea de fondo de cada equipo.

Otra de las particularidades es que el balón, gracias a un relleno especial -aunque suele ser un cascabel-, emite sonidos que orientan a los jugadores. Lejos de lo que pueda parecer, el fútbol sala para ciegos es un deporte rico en técnica y en el que el contacto, como en otros deportes, es muy habitual en el juego.

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