"Rajoy no puede gobernar pendiente de que Bárcenas tenga un ataque de sinceridad"

Alfredo Pérez Rubalcaba, en el debate sobre el estado de la nación.
Alfredo Pérez Rubalcaba, en el debate sobre el estado de la nación.
EFE
Alfredo Pérez Rubalcaba, en el debate sobre el estado de la nación.

Tenso cara a cara, como se preveía, entre el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el debate sobre el estado de la nación celebrado este miércoles en el Congreso. El primero ha vuelto a insistir en la petición a Rajoy de que dimita, convencido de que no se puede gobernar un país pendiente cada mañana de que Luis Bárcenas tenga "un ataque de sinceridad". "Ahora la responsabilidad es suya", le ha dicho. Por su parte, el presidente del Gobierno ha explicado que no pide la dimisión del líder del PSOE porque no le interesa.

La jornada vespertina del debate sobre el estado de la nación se reanudó con la intervención de Rubalcaba en un discurso en el que combinó las críticas a la política del Gobierno, en general, y a la actitud de Rajoy sobre la corrupción del PP, en particular, con la oferta de pactos y propuestas para salir de la crisis y generar empleo.

El secretario general del PSOE ha repasado las políticas del Ejecutivo en estos catorce meses para constatar que han sido "desastrosas" y que han llevado al país a un estado "crítico", con un horizonte en el que sólo hay más "recesión, desempleo y desigualdad". Con ese escenario, ha planteado diversas medidas para crear puestos de trabajo y empezar a crecer, como por ejemplo destinar la mitad de lo que se recauda con la lucha contra el fraude fiscal a fomentar empleo, entre ellos 800 millones a un plan de empleo juvenil.

También ha ofrecido un gran pacto nacional contra la pobreza y la creación de un fondo de mil millones de euros para luchar contra ella. Sobre este asunto, ha aprovechado su turno de réplica posterior para invitar a Rajoy a visitar ahora los comedores sociales, como hizo cuando era jefe de la oposición, para "ver la España que tiene debajo" y que ya es responsabilidad suya -ha precisado-, porque lleva 14 meses gobernando.

Ante las críticas de Rajoy al PSOE por no apoyar al Gobierno, Rubalcaba ha respondido: "Somos Teresa de Calcuta, usted hizo una oposición terrible". No obstante, el secretario general de los socialistas ha reclamado su "derecho a rectificar" cuestiones que no abordaron cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso ha admitido que a veces piensa: "Maldita sea, por qué no arreglamos aquello", en temas como la aprobación de medidas para evitar los desahucios.

Pero la parte de su discurso que más aplausos ha levantado de la bancada socialista ha sido la dedicada al "veneno" de la corrupción política. "¿De verdad señor Rajoy cree usted que se puede gobernar un país pendiente cada mañana de que al señor Bárcenas le entre un ataque de sinceridad?", ha espetado Rubalcaba al jefe del Ejecutivo, a quien también ha criticado que el "afán de defender a los suyos" se haya impuesto "sobre su responsabilidad institucional".

Y es que, según su diagnóstico, el país vive desde hace algunas semanas con "indicios fundados de la existencia de financiación irregular en el PP en los últimos 20 años", un "gravísimo caso" que merecía un esfuerzo de explicación y transparencia. Rubalcaba ha mostrado su conformidad con todas las medidas anticorrupción anunciadas en el debate por Rajoy e incluso ha abogado por aplicar "con carácter retroactivo" las referidas a los partidos políticos y a sus responsables, y ha planteado que se encargue a una comisión independiente la búsqueda de soluciones. Su explicación es que los políticos lo han intentado muchas veces "desde dentro" y no lo han conseguido, por lo que ahora habría que "mirar fuera": elegir una comisión de expertos independientes de reconocido prestigio, que se encargue de realizar el diagnóstico de los problemas y proponer soluciones.

Los grupos parlamentarios tendrían luego que plasmar en leyes esas propuestas, ha detallado, persuadido de que los casos de corrupción que supuestamente afectan al PP se deben a que hace 20 años ese partido se libró "por un truco judicial del 'caso Naseiro', mientras que el PSOE fue condenado por Filesa y "aprendió para toda la vida".

También ha hablado en su intervención de sanidad, educación, desahucios o Europa, sin olvidarse del debate territorial y de la polémica soberanista en Cataluña, a la que el PP ha respondido, según su criterio, apostando por una recentralización. "El inmovilismo es tan nocivo como la tentación de volver atrás", ha avisado, para considerar a renglón seguido que lo que hay que hacer en el tema territorial es "moverse hacia adelante". Además, ha incidido en la necesidad de abordar "sin dilación" la reforma de la Constitución para adaptarla a los nuevos tiempos y que los jóvenes que no la votaron en 1978 "se puedan reconocer en ese nuevo proyecto común".

De hecho, ha propuesto que la sanidad se recoja como derecho fundamental en la Constitución y que por ley se garantice su financiación pública mediante impuestos y su carácter gratuito y universal. Ha defendido, asimismo, medidas como la subasta de medicamentos, en la línea de lo ideado por la Junta de Andalucía, para que la industria farmacéutica se haga cargo de una parte del coste y no sólo los pensionistas mediante el copago.

Pese a admitir que hay algunas medidas que está aplicando el Gobierno de Rajoy que será difícil de revertir, como la privatización de ambulatorios y hospitales públicos, Rubalcaba ha dejado claro que hay cosas que el PSOE derogará e intentará echar para atrás si vuelve a gobernar. Entre ellas, la reforma laboral o la ley Wert -si se aprueba-, por entender que España no necesita una norma que "ponga todo patas arriba".

Rajoy contraataca

Por su parte, Mariano Rajoy ha defendido su política sanitaria y ha puesto a Andalucía como ejemplo de la "demagogia" del PSOE en esa materia, ya que rechaza la gestión privada a nivel nacional y en esa comunidad mantiene modelos diversos de gestión hospitalaria y contrata con centros privados. La sanidad había estado ausente en el primer discurso de Rajoy en el debate del estado de la nación, pero ahora ha justificado los ajustes en la necesidad de recortar la millonaria deuda sanitaria que se encontraron al llegar al Gobierno (16.000 millones de euros) y el tiempo medio de pago a los proveedores, que superaba los 500 días. Entre abucheos de la bancada socialista, ha destacado que el mayor retraso se registraba en Andalucía, con 713 días, y en Baleares.

Por otro lado, el presidente del Gobierno ha advertido a Rubalcaba que su propuesta de generalizar la dación en pago podría dañar en el futuro el acceso de las familias a las hipotecas. Igualmente pasaría con la suspensión de las ejecuciones hipotecarias, por eso Rajoy ha abogado por hablar del drama de los desahucios pero teniendo en cuenta que es necesario también proteger al deudor hipotecario. Rajoy ha destacado que es "un tema difícil, complicado", en el que el Gobierno ha intentado llegar a un acuerdo con el PSOE, al que reprochó de que "jamás" ha hecho "nada" en esta materia y ahora parte de una "posición de máximos". Sin embargo, Rubalcaba ha respondido que nada de maximalismo, que lo que quiere el PSOE es cambiar la ley hipotecaria y encontrar una fórmula similar a la que tienen las empresas para que las familias puedan alcanzar un acuerdo con los bancos sobre su hipoteca que pueda incluir quitas, con el fin de que la gente no pierda la casa.

Sobre la corrupción, Rajoy ha rechazado debatir y ha reprochado a Rubalcaba su falta de memoria: "Mi partido de momento no ha sido condenado por financiación irregular, el suyo sí", le ha recordado. El jefe del Ejecutivo ha vuelto apostar por un acuerdo entre todas las fuerzas políticas y ha lamentado las acusaciones socialistas. "Algunos llevan una contabilidad moral separada para sus amigos y otra para los demás; a veces tiene uno la sensación de que la memoria es la primera prófuga de la política", ha señalado.

Por último, Rajoy ha advertido al líder del PSOE de que "tiene una historia" y, en atención a ella, "carece de credibilidad". Entre risas y aplausos de la bancada popular, ha avisado de que iba a ser un poco difícil responder al secretario general socialista por el "desorden" en su discurso. El jefe del Ejecutivo ha recordado la herencia recibida y ha subrayado que Rubalcaba plantea ahora, por ejemplo, un impuesto a las grandes fortunas y subir la tributación al ahorro cuando no lo puso en práctica en su momento. "Tiene usted una historia, y es que habla de lo que nunca hizo e hizo lo contrario de lo que ahora está proponiendo. ¿Qué credibilidad tiene para plantear nada?", se ha preguntado el jefe del Ejecutivo.

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