La moda del pop coreano, en peligro de extinción si no aparece pronto otro 'Gangnam Style'

  • Algunos expertos del género insinúan que su expansión por Europa y Estados Unidos depende de que se publique pronto otro 'hit'.
  • En América Latina, sin embargo, el K-pop cuenta ya con miles de fans que admiran los peinados y el estilismo de las bandas del género.
El grupo masculino coreano TVXQ durante una de sus coreografías en el Festival Mundial de K-Pop 2012.
El grupo masculino coreano TVXQ durante una de sus coreografías en el Festival Mundial de K-Pop 2012.
Efe
El grupo masculino coreano TVXQ durante una de sus coreografías en el Festival Mundial de K-Pop 2012.

Pasado el boom del tema Gangnam Style de PSY, el pop surcoreano o K-pop busca aprovechar el tirón para llegar a todos los rincones del mundo, desde Europa hasta Latinoamérica, con artistas de estética moderna que interpretan pegadizos ritmos y coreografías.

Por ahora, al género no le ha ido mal: desde el éxito logrado por PSY, ya no hay un sitio en el que no se le conozca, "desde Estocolmo con un solo club de fans, hasta Latinoamérica, que suma cada vez más", indica a Efe el subdirector de comunicación global y contenidos del Servicio de Cultura e Información de Corea (KOCIS), Wi Tack-whan.

Wi, también autor del libro Hallyu: de K-Pop a K-Culture, destaca que el K-Pop solo es una parte del Hallyu, la ola de cultura contemporánea surcoreana iniciada años atrás en Asia con telenovelas como Sonata de invierno y que hoy goza de un nuevo impulso en su expansión global gracias al éxito del rapero PSY.

El Gangnam Style, con su famoso baile del caballo, también ha servido para mejorar la imagen de Corea del Sur, según el subdirector de contenidos de KOCIS, que destaca el "considerable aumento del número de turistas extranjeros" en Gangnam, un acomodado barrio comercial del sur de Seúl, en los últimos meses.

Sin embargo, el aparente fervor por el K-Pop despertado en varios países tras el éxito del vídeo más visto de la historia de Youtube —más de 1.200 millones de reproducciones— podría ser solo un espejismo, según algunos expertos locales de la industria del entretenimiento.

"Con Gangnam Style crecieron el interés y la curiosidad en la música actual surcoreana, pero si no aparece otro tema que pegue fuerte puede ser una tendencia pasajera", opina Jun Sun-hwa, locutora en el servicio en español de la emisora estatal KBS World Radio, principal altavoz en el exterior del país asiático.

Un invento rentable

El K-Pop representa en términos económicos aproximadamente la mitad de las ventas al exterior de contenidos de Corea del Sur, que alcanzaron 33.800 millones de dólares en 2010, según los últimos datos recogidos por KOCIS, lo que situó al país en el noveno puesto mundial en este tipo de exportaciones.

Con el mercado asiático prácticamente conquistado a día de hoy —en países como Japón, Tailandia, China o Taiwán las estrellas surcoreanas llenan estadios—, el K-Pop ha ampliado su punto de mira a otras regiones más alejadas geográfica y culturalmente.

El talento musical y el atractivo físico de sus jóvenes integrantes caracterizan a los grupos más representativos del K-Pop, divididos en masculinos y femeninos, y en la emergente América Latina son ellos quienes apuntan a hacerse con el prometedor mercado de fans.

En esta región "el fan promedio es una chica joven de entre 15 y 25 años ilusionada con la música coreana y enamorada de los artistas tanto o más que de sus canciones", según Jun Sun-hwa, que cada semana dedica varios ratos de su programa Corea a Diario a comentar las últimas tendencias.

Así, los chicos de JYJ, una de las bandas surcoreanas más populares, desataron la histeria de miles de adolescentes el pasado otoño en Santiago de Chile y Lima, mientras los U-Kiss deleitaron a sus admiradoras peruanas a finales de año en una inusual gira que también pasó por México.

Superjunior, Big Bang o 2PM son otros grupos juveniles masculinos de caras angelicales y excéntricos peinados que se están abriendo paso en el corazón de las jóvenes latinoamericanas, hasta el punto de sembrar entre ellas un concepto idealizado de este país al otro extremo del globo terráqueo.

"Están interesadas en cómo se peinan y se visten, cómo viven la vida en Corea, un mundo que ven fascinante", comenta a Efe la locutora del servicio en español de KBS World Radio, que cada mes recibe cientos de correos y mensajes en Facebook de adolescentes ansiosas por saber más de sus ídolos.

Algunas de las admiradoras latinoamericanas, asegura Jun, logran venir a estudiar a Seúl mediante becas o programas de intercambio y aunque la experiencia es positiva, asegura, también se dan cuenta de que Corea del Sur "no es un paraíso de príncipes azules" a imagen y semejanza del Kpop. EFE

Mostrar comentarios

Códigos Descuento