La duquesa de Alba: fan número uno de David Bisbal

  • Cayetana de Alba acudió junto a su marido, Alfonso Díez, al concierto que David Bisbal ofreció en Sevilla el pasado fin de semana.
  • La presencia de la pareja no pasó desapercibida para los asistentes.
La Duquesa de Alba y su marido, Alfonso Díez, durante la final de la Davis.
La Duquesa de Alba y su marido, Alfonso Díez, durante la final de la Davis.
REUTERS
La Duquesa de Alba y su marido, Alfonso Díez, durante la final de la Davis.

A pesar de sus casi 87 años, la duquesa de Alba sigue manteniendo el espíritu juvenil que siempre le ha caracterizado. El pasado sábado se la pudo ver muy animada mientras disfrutaba junto a su marido Alfonso Díez del concierto que David Bisbal ofreció en Sevilla.

Después de obtener un éxito sin precedentes durante cerca de dos años por todo el mundo, David Bisbal cerró de manera espectacular su gira acústica en España con cinco grandes conciertos en las principales capitales del país.

El cantante puso en la capital hispalense el broche de oro a una gira histórica que dio origen a su último trabajo Una noche en el Teatro Real, con la que ha cumplido diez años de trayectoria en solitario y en la que ha ofrecido más de un centenar de conciertos acústicos dando a conocer a su público una dimensión inédita de sus grandes éxitos.

El artista ofreció a sus fans lo mejor de todo su repertorio en vivo, con nuevos arreglos que ponen de relieve una nueva faceta de sus canciones en un formato que se ha adaptado a su estilo y viceversa. Testigos de esta puesta en escena fueron doña Cayetana y su marido Alfonso, que se convirtieron en espectadores de lujo de este gran show.

A su llegada al auditorio, los duques de Alba levantaron pasiones entre los allí presentes, que se pusieron a hacerles fotos y a grabarles con sus teléfonos móviles. La duquesa, muy contenta por la gran acogida, se dirigió a su asiento del brazo de su marido, que estuvo muy pendiente de ella en todo momento.

Muy guapa, con el flequillo recogido con dos pasadores de mariposas, doña Cayetana iba muy maquillada y con un abrigo de piel rojo. La aristócrata y su marido, como si de dos estrellas se trataran, fueron aclamados y aplaudidos mientras se dirigían a sus asientos.

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