El Patronato de la Fundación Niemeyer, que gestiona el centro cultural avilesino que lleva el nombre del fallecido arquitecto brasileño, ha presentado una denuncia penal al detectar la comisión de supuestos delitos en la gestión de este equipamiento cultural entre los años 2007 y 2010.

Según ha anunciado la consejera de Cultura del Gobierno asturiano y presidenta del Patronato, Ana González, esta situación se ha detectado dentro del proceso de revisión de parte de la documentación que figura en los archivos de la Fundación.

Los hechos trasladados al juzgado podrían ser constitutivos de los delitos de falsedad en documento mercantil, societario y contra la hacienda pública en el ámbito de las subvenciones y corresponderían a facturas que no coinciden con la contabilidad de la Fundación, en cuanto a conceptos en algunos casos o porque el proveedor no dispone de copia de la misma.

González, que ha indicado que aún se sigue investigando sobre las cuentas del Niemeyer correspondientes a 2011, ha señalado que el montante total de las facturas afectadas por estas supuestas irregularidades ascendería a unos 400.000 euros.

Además, en la reunión de este viernes el Patronato ha aprobado el plan de actuación para el ejercicio correspondiente al año 2013, así como el presupuesto destinado a cubrirlo en un ejercicio en el que la Fundación retomará la gestión directa del centro —hasta ahora a cargo de la sociedad pública Recrea— en el segundo semestre del año.

Así, se han establecido las líneas previstas para la primera mitad de 2013 en la finalización del proceso concursal y la fijación de una estructura "sólida" que permita sentar las bases del funcionamiento ordinario de la entidad, que dispondrá el próximo año de un presupuesto de 860.000 euros.

En dicho ejercicio se procederá, además, a contratar a un gerente económico en el mes de enero para un año y a un coordinador de actividades de cara al segundo semestre.

El Patronato también ha autorizado la configuración del Comité Ejecutivo Permanente, un nuevo órgano de supervisión cuyas funciones no estarán retribuidas y se limitarán al control de la actividad de la Fundación y a su reglamento de funcionamiento.