La actual embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, ha renunciado a ser considerada para el cargo de secretaria de Estado y el presidente Barack Obama ha aceptado su decisión, según informó este jueves la Casa Blanca.

Rice, una de las favoritas para sustituir a Hillary Clinton, ha sido muy criticada por los republicanos por haber dado una versión del ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia) que luego resultó ser incorrecta y, de ser nominada para el cargo, se iba a enfrentar a un duro proceso de confirmación en el Congreso.

Su renuncia complica la formación de gabinete para Obama, que tiene que designar también a un nuevo director para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras la dimisión del general retirado David Petraeus por un escándalo amoroso, así como a los sucesores de los secretarios de Defensa, Leon Panetta, y del Tesoro, Timothy Geithner.

"Hoy hablé con la embajadora Susan Rice y acepté su decisión", explicó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca. El presidente elogió a Rice en la nota y sostuvo que tiene "plena confianza" en la "capacidad ilimitada" de la embajadora para servir a Estados Unidos. Obama subrayó también que lamenta "profundamente" los "ataques injustos y engañosos" contra Rice por sus declaraciones sobre el atentado de Bengasi, donde murieron el pasado 11 de septiembre el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres compatriotas.

Su decisión de renunciar a ser considerada para la Secretaría de Estado "demuestra la fuerza de su carácter y un compromiso admirable por elevarse por encima de la política del momento en favor de los intereses nacionales", añadió el presidente. En una carta enviada a Obama, Rice sostiene que, de ser nominada para secretaria de Estado, el proceso de confirmación en el Congreso "sería largo, perjudicial y costoso para usted y para las prioridades nacionales e internacionales más apremiantes".

"La posición de secretario de Estado no debe ser politizada (...) Me entristece que hayamos llegado a este punto, incluso antes de haber decidido a quién nominar", afirma Rice.

Varios senadores, entre ellos el ex candidato presidencial republicano John McCain, han acusado a Rice de "mentir" sobre lo ocurrido en Libia y han insistido en las últimas semanas en que votarían en contra de su designación.

Por lo tanto, "pido respetuosamente que no considere mi candidatura en este momento", concluye. La renuncia de Rice despeja el camino al senador y ex candidato presidencial demócrata John Kerry, otro de los nombres que suenan para reemplazar al frente de la diplomacia estadounidense a Hillary Clinton. La actual secretaria de Estado ha dejado claro que se quiere retirar para descansar y pasar más tiempo con su familia.