'Abismo fiscal': EE UU necesita un pacto contrarreloj para evitar una recesión desde 2013

  • El 1 de enero entrará automáticamente en vigor un paquete de ajustes que podría hacer descarrilar la economía si demócratas y republicanos no llegan a un acuerdo.
  • Implicaría el fin de exenciones impositivas y de prestaciones al desempleo y supondría el aumento de impuestos.
  • Si no hay acuerdo se desencadenaría un efecto dominó: "Si EE UU crece un 2% menos, habrá un 1% menos de crecimiento en México, en China...", dice el FMI.
  • Para Christine Lagarde, el "abismo fiscal" pone en peligro la supremacía económica estadounidense.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, abandona la Casa Blanca en Washington.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, abandona la Casa Blanca en Washington.
EFE
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, abandona la Casa Blanca en Washington.

Estados Unidos afronta un mes clave para poner una solución in extremis al 'precipicio fiscal' —denominado en inglés fiscal cliff— antes de que finalice el año, un asunto que de no haber acuerdo en el Congreso estadounidense podría llevar a la primera economía mundial a la recesión. El pacto que deben lograr entre republicanos y demócratas ha sido infructuoso hasta la fecha y esta semana no se prevén nuevas negociaciones, acercando cada vez más al país a una recaída económica.

Concretamente, el 'precipicio fiscal' o 'abismo fiscal' es un paquete de reducción del gasto público y de aumento de ingresos por valor del 4% del PIB que entraría automáticamente en vigor a comienzos de 2013 y que empujaría a la economía estadounidense de nuevo a la recesión, con las consecuencias que ello acarrearía para el resto de las economías del mundo —Europa, China...—.

Republicanos y demócratas, liderados por el presidente de EE UU, Barack Obama, están obligados a sentar lo antes posible las bases de un acuerdo de mínimos que evite que a comienzos de enero coincidan el fin de exenciones impositivas —que haría que millones de familias vean reducidos sus ingresos— y de las prestaciones al desempleo y se ejecuten duros recortes del gasto, especialmente en defensa.

Esta "tormenta perfecta" podría hacer descarrilar la recuperación económica, como opinan la Casa Blanca, la Oficina Presupuestaria del Congreso e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La estrategia de Obama

El lunes, Obama visitará una planta automovilística cerca de Detroit —estado de Michigan—, capital del motor estadounidense, en la que volverá a incidir en la importancia de evitar que suban los impuestos a la clase media y permitir que lo hagan para los ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales.

Obama repite la estrategia de cara a la opinión pública que ya usó el 30 de noviembre, cuando visitó una fábrica de juguetes en Pensilvania, donde reiteró su plan para evitar que "los republicanos hagan rehén a la clase media" para que no se aumente la presión fiscal a los ricos.

Para los analistas económicos de La Caixa, la propuesta de Obama se centra más en aumentar los ingresos que en reducir los gastos: "Incluye un aumento impositivo de 836.000 millones de dólares en 10 años, de los que solo 56.000 corresponderían a 2013", indican en su último estudio publicado este fin de semana.

La postura republicana

Los republicanos se oponen a una subida de impuestos a las grandes fortunas e insisten en que la estrategia de reducción del déficit debe venir del lado de los recortes del gasto federal, especialmente en los programas sociales más costosos como la sanidad para los jubilados o las pensiones públicas de la Seguridad Social.

Este sábado, el senador por Florida Marco Rubio esbozó en el discurso semanal del Partido Republicano las posturas de su formación. "Un gobierno limitado —con menor gasto— puede y debe ayudar en estos desafíos...un aumento de los impuestos no ayudará a resolver nuestros 16 billones de dólares de deuda, solo ayudarán crecimiento económico y reforma de los programas sociales", aseguró Rubio.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ya dijo este viernes que se ha perdido una nueva semana, debido a que la Casa Blanca no ha puesto sobre la mesa una "propuesta seria" que incluya recortes en gastos sociales.

Negociación de última hora

Lo más probable, según opinan los analistas, es que el Congreso apure hasta justo antes del día de Navidad para iniciar un maratón de negociaciones de último minuto que permita un acuerdo de base, el cual se complemente en el futuro con otros, como la necesidad perentoria de aumentar el techo de endeudamiento del país.

Uno de los resultados podría ser que los republicanos permitan que expiren las exenciones impositivas de la presidencia de George W. Bush a los más ricos y, como compensación, consigan un compromiso para reformas y reducción del gasto en programas sanitarios como el Medicare.

Según el servicio de estudios de La Caixa, la reelección de Obama "facilita un deseado acuerdo entre demócratas y repu­blicanos" que reduzca los efectos contracti­vos del 'precipicio fiscal'. Además, los analistas ven probable "que se prorroguen las exenciones fiscales a las nóminas y las pres­taciones de desempleo que expiran a final de año".

El origen del 'abismo fiscal'

La causa del 'abismo fiscal' se remonta a las negociaciones que tuvieron lugar en 2011 para evitar que EE UU entrase en suspensión de pagos. Entonces, republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo para elevar el techo de la deuda del país por un valor mínimo de 2,1 billones de dólares. Esta decisión prorrogaba hasta el 1 de enero de 2013 una serie de recortes en el gasto federal para así evitar nuevas luchas bipartidistas antes de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en noviembre de 2012.

Estas medidas que entrarán en vigor automáticamente en enero de 2013 si no hay un acuerdo de que lo evite se corresponden con el plan que en agosto de 2011 negociaron demócratas y republicanos para reducir el déficit en al menos 2,5 billones de dólares y que incluía: recortes al presupuesto de Defensa, recortes en programas de infraestructura y Educación y el fin a los los recortes de impuestos aprobados por el Gobierno de George W. Bush.

El efecto dominó si no hay acuerdo

En una entrevista este domingo a la cadena CNN, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aseguró que la mayor amenaza para la recuperación de EE UU es la falta de acuerdo para resolver el "precipicio fiscal", incluso más que una aguda crisis en la eurozona.

"Lo mejor para salir del problema es una solución equilibrada", dijo Lagarde, quien recomendó que las reformas se den tanto mediante un aumento de ingresos, como intentan los demócratas con su subida de impuestos, como a través de recortes, en los que inciden los republicanos.

Este sábado, Lagarde recordó el efecto dominó que produciría la falta de acuerdo político en Washington; "si la economía estadounidense crece un 2% menos, habrá un 1% menos de crecimiento en México, en China...". "Si Estados Unidos sufre como resultado del 'abismo fiscal', con una eliminación total de su crecimiento, esto va a tener repercusiones en todo el mundo", insistió.

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