El Real Madrid se impuso al Celta (2-0) y las lesiones para conseguir los tres puntos en el Santiago Bernabéu e intentar recuperar terreno con el FC Barcelona. Mourinho no tiró de cantera y sí de calidad en el centro para buscar una victoria esencial. Higuaín adelantó a los madridistas con un centro que se convirtió en gol, y Ronaldo amplió la ventaja gracias a un penalti provocado por Özil. En los minutos finales Casillas tuvo que estirarse ante Park para evitar un susto final.

Defensa de circunstancias y centro de campo de grandes galas. Mourinho no miró a Valdebebas ante las bajas, pero dio la manija del encuentro a los cuatro ‘jugones’ del primer equipo. Un minuto de posesión desde el saque inicial corroboró la intención de un once que por fin daba aire a Xabi Alonso.

Özil se echó el equipo a la espalda. Ruletas, velocidad, combinaciones vertiginosas…el alemán estaba en su salsa con el donostiarra de escudero y Kaká de compañero de batallas. Modric comenzó más tímido, pero con el paso de los minutos asomó en tres cuartos de cancha provocando que las contras quedaran en el olvido. El control del juego era absoluto.

Al Celta le llegó una tromba de fútbol completada con la movilidad de los delanteros y el atrevimiento de Ramos y Essien en las bandas, fuera de su lugar habitual. Ese dinamismo lo aprovechó Higuaín para caer a la banda izquierda en dos ocasiones. La primera sirvió para poner el 1-0 con un centro que se convirtió en golazo –véase la cara de Mourinho durante la celebración-. La segunda, para que Cristiano Ronaldo rematara en área pequeña sin fortuna.

El argentino no acusó los kilómetros con su selección, y siguió creando espacios. Ronaldo, picado por su mala semana con Portugal, intentó una y otra vez su propio tanto fuera con lanzamientos lejanos y testarazos.

En los últimos instantes de la primera parte solo hubo tiempo para la polémica. El colegiado anuló una ocasión clara del Celta por fuera de juego inexistente; tampoco hubo mano en un penalti que pidió Cristiano Ronaldo.

En el descanso Kaká dejó su lugar a Ángel Di María. Mourinho buscaba dar oxígeno, y cuando se esperaba más velocidad, el juego se ralentizó. El Celta, que solo había tenido ocasión de acercarse una vez a la portería de Casillas, esperó la oportunidad para empatar.

El cansancio apareció en las piernas merengues. Aun así, Cristiano encontró su oportunidad para ampliar el marcador tras una internada por la izquierda de Essien. Centro perfecto del ghanés, pero Ronaldo remató ligeramente a la izquierda de la portería. Tiempo para el espacio, situación ideal para la velocidad de Di María y la visión de juego de Özil. Precisamente sobre el último hubo un penalti que no desperdició Ronaldo para lanzarse en su lucha por el  Pichichi con Messi y Falcao.

Callejón estuvo a punto de sentenciar el partido con el primer balón que tocó. Di María, perfecto asistente, le dejó el esférico en bandeja para picarlo ante la salida del cancerbero. Benzema también quiso sumarse a la fiesta e instantes después Park pudo recortar distancias con un remate a bocajarro ante el que Casillas tuvo que intervenir con un paradón.

Los gallegos no tuvieron más ocasión de poner en apuros al Real Madrid, que con 14 puntos en la tabla se afianza en la zona europea de la clasificación.

2 - Real Madrid: Casillas; Essien, Varane, Pepe, Sergio Ramos; Xabi Alonso, Modric, Özil (Callejón, m.73); Kaká (Di María, m.46), Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema, m.84).

0 - Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Borja Oubiña, Alex López; Augusto Fernández (De Lucas, m.77), Bustos (Mario Bermejo, m.52), Krohn-Dehli; e Iago Aspas (Park, m.58).

Goles: 1-0, m.11: Higuaín. 2-0, m.67: Cristiano Ronaldo de penalti.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Amonestó a Xabi Alonso (54), Casillas (69) y Ramos (76) por el Real Madrid; y a Cabral (66) y Roberto lago (78) por el Celta.

Incidencias: encuentro correspondiente a la octava jornada de la Liga, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 74.815 espectadores. Hizo el saque de honor el ciclista Alberto Contador, campeón de la última edición de la Vuelta Ciclista a España.