Este jueves acabó el plazo para que los ayuntamientos anunciaran la deuda contraída con los proveedores para acogerse al plan de ayudas del Gobierno. Barcelona no las solicitará porque sólo debe 1.147 euros, lejos de los 24,6 millones de Sabadell, uno de los municipios catalanes más endeudados, o de Madrid, líder en endeudamiento.

"Tenemos cinco facturas pendientes por algún error, es decir, nos falta información para efectuar el pago. Además, pagamos a 42 días, por debajo de lo que establece la Ley de morosidad, y cuando acabe 2012 lo haremos a 32 días", explicaron a 20 minutos fuentes del consistorio barcelonés. La situación financiera de la capital catalana es muy diferente a la del Ayuntamiento de Madrid, que sí usará la línea de crédito del Gobierno para abonar las 16.712 facturas por valor de 1.017,5 millones de euros que adeuda a unas 1.700 empresas proveedoras.

En cuanto a las otras tres capitales de provincia catalanas, Girona adeuda 244.000 euros –a finales de año debía 1,5 millones–, mientras que Lleida y Tarragona necesitan 18,7 y 16,5 millones, respectivamente, para ponerse al día en pagos. El alcalde ilerdense, Àngel Ros, aseguró que la Paeria tendría superávit si la Generalitat le pagara los 21,7 millones que le debe.

Además de Sabadell, destacan los casos de El Vendrell (con 23,6 millones de euros pendientes), Reus (19) y Blanes (15,33). En la otra cara de la moneda están Sant Cugat del Vallès, Solsona o la Seu d’Urgell, que llevan sus pagos al día y no se acogerán al plan.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, aseguró este jueves que no recortará el sueldo a los funcionarios municipales porque el consistorio "no se encuentra en una situación límite", aunque sí piensa recortar la nómina de los directivos del Consorci de la Zona Franca.