La primera inspección ocular del torso, que se encontraba en avanzado estado de descomposición, apunta a que no presentaba signos evidentes de violencia.

Esto avalaría las declaraciones efectuadas por el propio autor confeso del homicidio de Benita del Valle de que la víctima falleció al ser estrangulada en su propia casa de Pajarillos durante una fuerte discusión entre la pareja recién divorciada.

Al igual que los anteriores restos del cadáver rescatados hasta ahora del río, el tronco salió a flote introducido en una bolsa de deporte negra y de gran tamaño, sin que dentro hubiera nada más.

Como la cabeza, las dos piernas y el brazo encontrados anteriormente, el torso estaba serrado con "cortes limpios".

La Guardia Civil busca en varios puntos del Pisuerga a su paso por la capital, pues fue ahí donde el detenido confesó haber arrojado los restos, así como en el Duero, donde aparecieron los primeros.

De esta forma, se trata de esclarecer los hechos que pudieron iniciarse el día 28 de febrero, cuando se cree que Eugenio R.R, de 53 años, mató y descuartizó a su ex mujer en su casa de la calle Mirlo, en el barrio vallisoletano de Pajarillos.

La familia se encuentra a la espera de que se realicen las pruebas de ADN de todos los restos de Benita del Valle para poder enterrar a esta profesora de bailes de salón, divorciada sólo un mes antes de estos hechos a manos de su ex marido, con quien tuvo cuatro hijos.

Eugenio R.R. será puesto a disposición judicial después de que la Policía haya apurado el máximo legal de 72 horas para practicar las diligencias.

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