Novak Djokovic vuelve a ganar a Rafa Nadal en una final y se lleva el Masters 1.000 de Madrid

  • Tercer triunfo seguido del serbio sobre el español tras los de Indian Wells y Miami.
  • Novak Djokovic está imbatido esta temporada y lleva ya 34 victorias consecutivas.
  • Fin a la racha de Rafa Nadal de casi dos años sin perder un partido en tierra batida.
  • El balear admite la superioridad de 'Nole': "la lucha por el número 1 está finiquitada".
Novak Djokovic y Rafa Nadal reciben de manos de Manolo Santana los trofeos como campeón y subcampeón, respectivamente, del Masters 1.000 de Madrid.
Novak Djokovic y Rafa Nadal reciben de manos de Manolo Santana los trofeos como campeón y subcampeón, respectivamente, del Masters 1.000 de Madrid.
Emilio Naranjo / EFE
Novak Djokovic y Rafa Nadal reciben de manos de Manolo Santana los trofeos como campeón y subcampeón, respectivamente, del Masters 1.000 de Madrid.

El serbio Novak Djokovic derrotó a Rafa Nadal, defensor del título, por 7-5 y 6-4, en la final del Masters 1.000 de Madrid, rompiendo una racha de 37 victorias seguidas del español sobre tierra batida, y logrando la primera victoria sobre él en esta superficie, al décimo encuentro.

Nadal no perdía un partido en tierra desde hace casi dos años cuando fue derrotado por el sueco Robin Soderling en los octavos de final de Roland Garros, y había ganado antes a Djokovic nueve veces en tierra.

El jugador serbio se anotó el título 24 de su carrera y el sexto en lo que va de año: Abierto de Australia, Dubai, Indian Wells y Miami, en dos horas y 17 minutos, y continua invicto en lo que va de año, con 32 victorias, 34 si se suman las dos últimas de la final de Copa Davis del 2010.

Exhibición de 'Nole'

En el décimo aniversario del torneo, Djokovic ofreció un recital ante el rey de la tierra batida, el que ha ganado este año en Barcelona y Montecarlo, el que llevaba hasta este domingo 13 triunfos seguidos en lenta, y al que ha batido ya tres veces en esta sesión, en las finales de Indian Wells y Miami, sobre dura, y en Madrid, el que se le escapó en las semifinales de hace dos años, cuando dispuso de tres puntos de partido.

El primer punto del encuentro fue para Nadal cuando una bola  tropezó en la cinta y cayó del lado de Djokovic. El último del primer set, más importante, fue todo lo contrario, y Rafa lo sintió en sus carnes. En esos 69 minutos que duró este primer parcial Nadal sufrió más que nunca la inusitada seguridad que 'Nole' ejerció para situarse con un insultante 4-0, ante el rey de la tierra batida.

Fueron momentos de sufrimiento del español, que, falto de servicio, tenía que bregar desde el fondo, luchando contra su rival y su falta de tino con la derecha. Djokovic llevaba el mando con su juego plano, y un revés cruzado espectacular con el que abría la pista.

Nadal tenía que afinar al máximo. Así, necesitó 25 minutos para ganar el primer juego del partido, y 38 para colocar su primer saque directo, y seguir sufriendo porque no podía dominar desde el arranque, como a él le gusta.

Pese a todo, Nadal sacó su garra y pudo igualar 5-5 salvando en ese juego tres bolas de set, una con un saque profundo a 195 km/hora, y las otras dos gracias a dos fallos de su rival. Pero en el duodécimo su fragilidad con el servicio, y la fortuna en la cinta en el último punto para Djokovic hicieron el resto.

Reacción frustrada en el segudo set

Despues de una hora y nueve minutos, Nadal provocó la alegría a los 12.500 espectadores con un golpe para enmarcar, al devolver por debajo de las piernas una bola y hacer un globo perfecto que el propio Djokovic aplaudió. Significó la rotura y un buen comienzo para Nadal, una inyección de moral, aunque escasa, porque de nuevo su irregularidad al servicio le pasó factura, cediendo el suyo a continuación.

Djokovic seguía con su ritmo perfecto, sin inmutarse por el apoyo incondicional del público hacia Nadal y trabajando el punto desde atrás, más certero. Cuando tuvo la ocasión a mano, en el décimo juego, apretó al resto a lo campeón. Nadal salvó el primer punto de partido, pero no el segundo, el 27 error no forzado de su cuenta.

"Buenas tardes a todos, antes de nada hay que felicitar a Novak por el increíble comienzo de temporada", dijo Nadal en su parlamento en la entrega de trofeos. "Tengo que agradeceros también a todos vosotros, por lo que me hacéis sentir cada vez que salto a esta pista. Voy a dejar de creer que a la tercera puede ser la vencida", añadió refiriéndose a sus derrotas ante Djokovic en Indian Wells y Miami y a la posibilidad de venganza en Madrid.

Djiokovic empezó su discurso en español pidiendo disculpas por no poder expresarse mejor en este idioma. En inglés señaló refiriéndose a Rafa: "Mala suerte hoy, eres un gran jugador y un gran campeón", le dijo a Nadal aunque seguro que por dentro se sentía más grande, y con más orgullo tras romper una gran barrera.

"El número 1 está finiquitado"

Rafa Nadal señaló que "el número uno del mundo está finiquitado", en un reconocimiento al potencial del serbio Novak Djokovic, su verdugo en la final del torneo de Madrid, al que calificó de "monstruo".

"El número uno no peligra, está finiquitado", dijo Nadal. "No nos engañemos, es la realidad, pero con el número uno no se acaba el mundo. Soy igual de feliz cuando salgo a una pista y soy competitivo, vamos a trabajar para poder ganarle. Lo bueno se hace esperar y hay que tener paciencia", añadió.

"Es un palo psicológico perder tres finales seguidas, claro que sí, no nos engañemos, pero en la vida y en una carrera hay momentos bajos y altos. El mío no es bajo, el de él es altísimo", reconoció Nadal.

"He tenido enfrente a un gran jugador, un monstruo, lo está siendo este año, jugando a un nivel muy alto. Hay que aceptarlo", dijo, "cuando es mejor que tu, se le da la mano, y al siguiente torneo", comentó Nadal, que prometió hacer reflexiones.

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