Los éxitos de nuestros atletas en el Europeo sub23 y el Mundial Juvenil demuestran que el nuevo atletismo español no les tiene respeto a los límites y es irreverente ante la lógica. Si repasamos los triunfos del fin de semana, de las nueve medallas conseguidas, seis son femeninas. El impulso que está tomando el atletismo femenino español es digno de resaltar.

Ya no solo en marcha, fondo o saltos, donde tenemos grandes referentes. Además surge una figura como María Vicente, que se proclama campeona del mundo en heptatlón; nunca antes una española se subió a un podio internacional en esta especialidad tan compleja. Y lo mismo sucede con Jael Bistué en 200 m y el fabuloso 4x100 femenino que nos deslumbró en Bydgoszcz.

Ellas son solo un reflejo de un nuevo atletismo talentoso, diversificado y que ya no se sustenta en pruebas de medio fondo y fondo, sino que tenemos grandes

referentes en la mayor parte de las especialidades, como demuestra el histórico 5.º puesto en la Copa de Europa de Naciones hace unas semanas.

Lo que denominamos la nueva #GeneraciónAtletismo se fundamenta en la unión y el compañerismo, competir juntos, sufrir juntos, ganar juntos. Sabemos que pueden tener más talento que nosotros o más recursos, pero no tenemos excusa para que nos ganen en esfuerzo.

El éxito y el futuro les pertenece a atletas y entrenadores que con esfuerzo, dedicación, talento y mucha pasión hacen que los sueños se hagan realidad.