La Gestación Subrogada (GS), reglada y ética, lleva practicándose décadas en todo el mundo. Y, desde hace décadas, ni un solo estado la ha prohibido. Al contrario, gobiernos de todo signo la han regulado o están en ello, como Irlanda actualmente.

Canadá, U.K., Israel, Australia, Portugal, Holanda, Brasil, Sudáfrica, USA, etc., han normalizado la GS reconociendo los derechos reproductivos que tod@s tenemos y previniendo la explotación que pudiera darse.

España, pionera en reivindicar DDHH, ha legislado buscando la igualdad. Pero la igualdad no puede ser real mientras haya españoles y españolas que tienen diferente trato. En nuestro país es un derecho acceder a las unidades de reproducción para casi todo el mundo. Casi. Porque hay quienes ven denegado ese derecho.

No es ético ni justo reclamar medicina reproductiva para una pareja de mujeres y negarla a una pareja de hombres. No es justo ni ético reclamar asistencia reproductiva para una mujer cissexual y denegarla a una transexual. No es ético ni justo ofrecer tratamiento a una mujer que nace sin ovarios y prohibirlo a la que nace sin útero. No lo es.

Mas teniendo en cuenta que la mujer española ni es tonta ni necesita tutores. Está plenamente capacitada para dilucidar sobre su vida y sus actos, incluyendo disponer cuando parir la convierte en madre y cuando no.

Eso es derecho a decidir. Regular la GS es una cuestión de igualdad, de justicia, y permitirá a miles de españoles ejercer un derecho fundamental: fundar la propia familia.