LUÍS PARDO. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia

Luis Pardo. Periodista
Luis Pardo. Periodista
20 minutos
Luis Pardo. Periodista

Presidente, lo del domingo fue una peli de terror. No: fue la secuela de una peli de terror. Una que ya habíamos vivido en 2006 y en la que usted tuvo un papel secundario: una especie de William Atherton, el tocapelotas que amarga tanto a los protagonistas de Cazafantasmas como al Bruce Willis de La jungla de cristal. Sí, tanto en el cine como en la política hay actores encasillados.

Ahora, en la segunda parte, le tocaba papel protagonista. Ya no tenía que buscar su minuto de gloria mostrando supuestos mapas de la NASA para demostrar lo que cualquiera veía: que Galicia ardía por los cuatro costados. Tampoco era necesaria aquella foto manguera en mano con el outfit de voluntario pijopera: gomina, camisa y zapatos castellanos; vamos, lo que cualquiera lleva al monte. Con la de veces que se la han recordado estos días, ya no sé cuál sería la primera imagen de su pasado que borraría: esta o aquella otra del yate con crema solar en el hombro.

El PP había perdido la Xunta y, entonces, valía todo para recuperarlo. Por eso, unos meses después, en la carrera hacia las municipales, no tuvo empacho en afirmar: "Con nosotros no moría gente en los incendios y, con ellos [el bipartito], cuatro personas". Y se quedó tan ancho. Supongo que los suyos se rompieron las manos aplaudiendo.

En la noche del domingo al lunes, cuatro personas murieron en Galicia por causa de los incendios. Pero ahora gobierna el PP y en la Xunta ya no tienen la culpa de nada. No: ahora el responsable es —única y exclusivamente— el "terrorismo incendiario". Vale, también el tiempo. ¡Ah! Y Portugal, que esos rojos no tienen ni idea de apagar fuegos y por eso las llamas cruzan el Miño. Pero volvamos al terrorismo, a la "actividad criminal interesada en crear un caos": la misma trama que denunció Zapatero y, antes que él, Manuel Fraga. "Nadie puede hablar de eso porque no hay nada definitivo. El Gobierno se está refugiando en que la situación es extraordinaria porque es incapaz de controlarla". La afirmación es también suya, de 2006. ¿Qué dice hoy? "Luchamos contra lo imposible". Lo imposible es otra película. ¿Quién busca refugio ahora?

La peli original y la secuela tuvieron el mismo final. Tanto entonces como ahora, un arma definitiva acabó con los incendios: la lluvia. Mientras siga sin tomar medidas de fondo —ya van nueve años— será lo único que nos quede. La lluvia y la respuesta de los vecinos. Como en el Prestige. Como en Angrois. Como siempre. Xa chove. Só falta que non mexen por nós. ¿Es pedir tanto?

Saludos, Luis Pardo.

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