Tal día como hoy de 1982, Felipe y el PSOE asaltaban los cielos con una mayoría apabullante, casi el 50% del voto. Luchas internas y puñaladas por la espalda obligaron a Suárez a dimitir y su sucesor, Calvo Sotelo, apenas sobrevivió unos meses. El castigo a los que no sabían ni gobernar su casa fue colosal: UCD pasó de 168 a 11 escaños. Pero nadie escarmienta en cabeza ajena. ¡Quién les ha visto y quién les ve!