JOSÉ MOISÉS MARTÍN CARRETERO. ECONOMISTA
OPINIÓN

Europa: la esperanza vive en el sur

José Moisés Martín Carretero, colaborador de 20minutos.
José Moisés Martín Carretero, colaborador de 20minutos.
JORGE PARÍS
José Moisés Martín Carretero, colaborador de 20minutos.

Ha durado poco la ilusión, para quien la tuviera. La victoria de Emmanuel Macron, que ha supuesto un alivio para todo el continente, tenía un triple objetivo: hacer frente al avance de la ultraderecha, reformar Francia y apuntalar el proyecto europeo. El primero ya lo ha cumplido, al menos de momento. El segundo dependerá de la fortaleza que obtenga en las elecciones legislativas de las próximas semanas. Y el tercero ya se ha torcido: no le ha sobrado tiempo a Schäuble para recalcar que de cambio en la gobernanza económica europea nada de nada, y apenas había pronunciado estas palabras cuando Moscovici, comisario de Economía y Finanzas de la Comisión Europea, salía raudo a confirmar la necesidad de Francia de reducir su déficit público y redimensionar el tamaño de su gasto público.

Que Francia vaya bien es bueno para Europa. Y para que Francia vaya bien hay cosas que tienen que cambiar. Nuestro vecino es el mejor ejemplo de que un abultado gasto público no es garantía de eficiencia o justicia económica. Sus indicadores son claramente mejores que los españoles, sin duda, pero se encuentra lejos de los países europeos con mejor desempeño. Una Francia dinámica e innovadora sería una gran noticia para todos. Para realizar algunas de sus reformas, Macron necesitará una importante mayoría en la Asamblea, cosa que está por ver, pues en este empeño se encontrará con la oposición de todo el arco parlamentario y probablemente de los sindicatos, cuyas demandas de mayor inclusión social y salarial deben ser atendidas en un país donde la protección al empleo –una de las más altas de la OCDE– no ha sido capaz de evitar la precarización y la caída de los salarios más bajos.

Pero donde Macron ha tomado carta de naturaleza internacional ha sido en su apasionada defensa de la Unión Europea. Una defensa que le ha valido el apoyo de notables intelectuales progresistas, como Jürgen Habermas, o la asistencia de economistas de reconocido prestigio como Philipe Aghion o Jean Pisany-Ferry. Su visión de una Europa fuerte, integrada, solidaria, ha ganado la batalla del discurso a la amenaza del Frente Nacional de salirse del euro y de finiquitar la Unión Europea. Y sin embargo, esta, que es una de sus tareas más importantes, es la que amenaza con naufragar antes apenas de haber salido del puerto. Porque cada país tiene sus propios demonios y mientras la extrema derecha francesa gana enteros porque la Unión Europea no responde a las necesidades de la población, la extrema derecha alemana los gana denunciando el exceso de solidaridad y complacencia de Merkel con los países del sur. Así que es posible que sea el nacionalismo alemán el que termine obstaculizando el europeísmo francés.

Los optimistas que esperábamos una reacción más positiva, que volviera a situar el eje franco-alemán en el núcleo de la locomotora europea, nos hemos desayunado esta semana con un enorme jarro de agua fría. Ojalá todo sean movimientos de carácter electoral, fruto de la proximidad de las elecciones alemanas. Pero nada indica que sea así. Mientras esto ocurre, el Reino Unido sigue su camino de desconexión a las bravas con un laborismo de brazos caídos y con el nacionalismo tan integrado entre los tories que el UKIP ha dejado de tener razón de ser. No miremos al este, que hace tiempo pasó la barrera de lo que consideramos democracias decentes con su tendencia al autoritarismo y a la vulneración de derechos. Los nórdicos están fuera, jugando en otra liga. Nos queda el sur: Portugal con su Gobierno social, Grecia con su propuesta de cambio, Italia con sus perennes líos políticos... Y España, la cuarta economía de la eurozona, un país con una fuerte vocación europeísta y con todo por construir.

Nos toca asumir un papel, junto con otros países del sur, en la reformulación del proyecto europeo. ¿Para cuándo líderes que asuman este reto?

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