JOSE ÁNGEL GONZÁLEZ. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a Rodrigo Rato, exvicepresidente de Gobierno

José Ángel González, escritor y periodista.
José Ángel González, escritor y periodista.
JORGE PARÍS
José Ángel González, escritor y periodista.

Nada admirado bandolero:

En otro contexto y de tener algo más de coraje nato, podría optar usted a revivir a Ned Kelly, Jesse James o Lucky Luciano, pero le sobra jactancia y le falta audacia, señor Rato. No es valentía de gánster sino depravación de canalla el mérito de quien carga, a un ritmo de miles de euros diarios, los alcoholes, los trapos y las pitanzas de solera en la tarjeta invisible de la entidad que presidía, la milagrosa Bankia con la que aplicó el último giro al tornillo del garrote vil financiero español, la pena de muerte posfranquista de los 100.000 millones de euros del rescate de la UE de 2012. He de reconocerle altura de trilero cuando el mismo día de la dimisión, con las alarmas atronando, pagó usted con la black un último convite (341,63 euros) pese a que ganaba 2,34 millones al año como presidente. Morir cenando, llaman a la obra de teatro en las facultades de Golfos Apandadores, mientras en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, donde los agentes están curtidos en las perfidias de la ndràngheta calabresa y la mafiya rusa, deben preguntarse todavía dónde cabe tanta caradura y capacidad destripadora en ese porte de sobrado leguleyo de barrio alto.

¿Queda algo por añadir a la negrura de su currículo? El goteo tiene más temporadas y similar grosería que el más mendaz de los realities: ministro corrupto; conseguidor de altos cargos y comisionista; desmantelador del sector público español (Telefónica, Endesa, Repsol, Argentaria/BBVA, Retevisión, Logista-Altadis, Paradores, Aldeasa...); repartidor de cartas marcadas entre sobrinas -como acaba de revelar la investigación-; nepotista sin lustre (se cuantifica que contrató 82 millones a empresas de las que era dueño usted mismo: una masturbación de autogoce patrimonial); banquero rompehuesos que condujo al desplome nacional que llamaron, para no salpicar fetidez, rescate; offshorista panameño; diseñador de empresas tan negras como las tarjetas fantasma, sociedades dedicadas a las actividades multiplataforma que se llevan entre los de su promoción (comunicación, mercadotecnia, intermediación y otros calibres balísticos); perforador de un agujero de 20.000 millones en el dinero público por el déficit de la tarifa eléctrica; cerebro gris de la economía aznarista, es decir, del estilo yo, relaxin cup of café con leche mientras disfruto el espectáculo del saqueo, el hambre de los jubilados y los suicidios de los desahuciados.

El diablo y tribunales lo tengan en cuenta.

Jose Ángel González

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